La decisión del Tribunal Electoral de inhabilitar a Ricardo Martinelli, a instancias de una Justicia manipulada por el actual Gobierno, es una decisión que refleja el miedo que le tienen al candidato que lideraba todas las encuestas y era el ganador indiscutible, el 5 de mayo próximo.
Es lamentable que el Gobierno juegue con la voluntad popular en contubernio con una justicia que, contrario a cumplir su labor de preservar la democracia, le siguió el juego.
Se han violado todos los procesos, para que el hombre que le trajo progreso y prosperidad a los panameños, no pueda ganar y darle al pueblo la alegría de tener trabajo y ¨Chen Chen¨ en el bolsillo.
Hoy, el deber me llama a reemplazar a Ricardo Martinelli en su candidatura presidencial, reto que asumo con humildad, lealtad, responsabilidad y un poco de esa locura que se necesita para volver a cambiar este país.
Si creyeron que inhabilitar a Ricardo Martinelli era el final de esta campaña, se equivocaron.
Es apenas el comienzo de un nuevo camino que haremos, junto al pueblo, para hacer de Panamá un país más justo, enfocados en la gente como ya lo hicimos una vez. Vamos a ganar la presidencia de la República y Ricardo Martinelli estará conmigo desde el primer día.
