- Panamá muestra su cara de excelente anfitrión ante el mundo
Con la ilusión de construir una sociedad más justa e incluyente en el intercambio de ideas, la presidenta de la Asociación de Trabajadores Sociales de Panamá, Kenya Batista, visiblemente emocionada, reafirmó el compromiso fundamental que reunía en Panamá lq Conferencia Mundial de los Trabajadores Sociales enmarcados en el Respeto a la diversidad, acciones conjuntas y la cada vez más empleada frase, «el buen vivir».
En el último día de cónclave formalizado en el Teatro Anayansi de ATLAPA, Panamá, revivía una semana que inició el miércoles 3 y culminaba este domingo 7 de abril con 81 países presentes desde los cinco continentes y unos 1500 profesionales del Trabajo Social.
Tras las pronunciadas palabras de la Doctora Batista, quien también asume la Vicepresidencia Global, Panamá pasaba la posta a Kenia, país africano que espera en Karibu con su magia organizar el evento global de los Trabajadores Sociales del 26 al 29 de junio de 2026.
El objetivo de este enriquecedor Congreso Mundial deja experiencias y propuestas de colegas de trabajo social presentadas con extraordinarios contenidos en las Ponencias, Simposios, Talleres y expresiones artísticas, sostuvo en su intervención final la anfitriona Batista, reafirmando la competencia y conocimiento de un gremio particularmente sólido que se enfoca históricamente en la promoción y defensa de los derechos humanos en cualquier circunstancia de la vida al compartir temas con problemas que gravitan de manera prioritaria.
Batista expuso que cualquier tipo de familia obliga a comprometernos (trabajadores sociales) como profesionales del trabajo social con el impulso de políticas públicas que deban permitir voltear la mirada a la justicia social, equidad de género y la diversidad con una educación de calidad al trabajo digno y decente.
También apuntó la anfitriona panameña que se debe tener acceso a la salud, al bienestar psicológico que merece indiscutiblemente todo ser humano en estas instalaciones que albergan, luego de sufrir consecuencias emergentes y donde el Trabajador Social es esencial en la cohesión social comunitaria de la que tanto se habló en esta conferencia mundial.
«Hemos podido sentir la solidaridad, la empatía y el cariño de tanta gente logrando un intercambio cultural que permanecerá en nuestros corazones», prosiguió Batista, quien rompía los protocolos para alcanzar en su memoria los agradecimientos de todos los que participaron en la cumbre social con sello panameño.
Los intercambios de experiencias nos han hecho más fuerte a nivel global asumiendo el compromiso de seguir cambiando vidas», reiteraba Batista, enfocando las distintas maneras que manifestaban ser inclaudicables para el Trabajador Social, entre ellas, la solidaridad en busca del «buen vivir» del ser humano.
Así se bajó el telón de una Conferencia Mundial llena de especiales conceptos en discusión por el mejoramiento social a nivel global, y que trataba de ligar sus vivencias en ópticas distintas apoyadas en los enlaces que quedan manifestados para emplear en cada región, comunidad y sobretodo con políticas públicas, logísticas sólidas y el respeto a la diversidad social por el bienestar humano y no sólo en las emergencias, marginalidad, sino en la prevención y la paz del «buen vecino», la calidad educativa y los saberes coyunturales que le pone el Trabajador Social en todos los ámbitos.
Panamá mostró su cara de anfitrión sólido y dice ¡Hasta Luego! y con un orgullo único los Trabajadores Sociales internacionales y panameños cerraron brechas con las innovaciones que desde hoy serán otros puntos para decirle a Karibu, Kenia: Bienvenido del 26 al 29 de junio en 2026.
