Café Geisha de Panamá, evolución que conquista mercado de lujo

Por Luis Alberto Sierra

BOQUETE, Panamá, 28 feb (Xinhua) — La fama del café panameño Geisha, que se caracteriza por su delicado sabor con toques florales y de frutas tropicales, y que ha roto récords de precio de venta por kilogramo en el mercado internacional de bebidas de lujo o alta gama, no fue de la noche a la mañana.

Han pasado casi tres décadas de trabajo duro de productores en pequeñas fincas que han ayudado a transformar la industria del café en este país de América Central, de unos 4,3 millones de habitantes, que no compiten en la exportación por volumen del grano con países como Brasil o Colombia, sino por su alta calidad.

En 2023, un lote de 25 kilogramos (55 libras) de café Geisha alcanzó un precio récord de 10.005 dólares por kilogramo en la subasta electrónica que se realiza luego del certamen internacional «The Best of Panamá» (BOP), actividad organizada anualmente por la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (SCAP por sus siglas en inglés).

«Al principio los precios eran 1.000 veces menos que los que obtuvimos el año pasado», recordó a Xinhua el presidente del SCAP, Hunter Tedman, para quien la organización privada creada en 1997 fue la cuna del café especial de Panamá y como apoyo ante la necesidad de tener detrás una maquinaria de mercadeo y de promoción en ferias internacionales.

De acuerdo con Tedman, la gran mayoría del café panameño de especialidad, y sobre todo de la más alta especialidad, se dirige hacia China, República de Corea y Japón, y empieza a abrirse mercado en países como Indonesia y Tailandia, que están aumentando el consumo de la bebida.

Este café especial se produce en pequeñas fincas en las faldas del volcán Barú, que con sus 3.474 metros sobre el nivel del mar es el punto más elevado del territorio panameño, de acuerdo con expertos.

Los suelos de los distritos de Renacimiento y Volcán, además de Boquete, están entre los principales lugares de la zona en los que se cultiva este grano originario de Etiopía, y que se convirtió en un punto de referencia para la transformación de esta industria en el país.

Según datos facilitados por Carlos Abrego, coordinador nacional del Programa de Café y Cacao del Ministerio de Desarrollo Agropecuario de Panamá, en el país centroamericano se producen de 190.000 a 210.000 quintales de café al año.

Expertos consultados por Xinhua coincidieron en que la evolución en el sector en Boquete y sus inmediaciones, en la occidental provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, pasó de un enfoque basado en cafés comerciales y de menor precio, a uno de alta gama.

La limitada producción de esta variedad de café en las pequeñas fincas ha favorecido también el precio de venta del producto, además de la calidad.

Desde el punto de vista de Tedman, ha sido clave que «Panamá Geisha» se ha convertido en una marca, en un sello de calidad, y si bien cada finca tiene su propia marca y la trabaja de forma individual, «la marca ‘Panamá Geisha’ es lo principal y es lo que cuidamos mucho».

El presidente de la SCAP ve la posibilidad en el futuro de llevar el café especial a la casa de todos los consumidores.

Expuso que la tecnología empieza a jugar un papel importante en el producto terminado o casi terminado y en la producción, con opciones que se están empleando en el café de alta especialidad, como el uso de cápsulas o la entrega de la bebida en lata.

Tedman consideró que la evolución natural del productor del café se dirige a entregar un producto casi terminado o terminado al cliente.

Para la ingeniera María Ruíz, una de las pioneras en el desarrollo de la caficultura en Panamá, han sido claves en este desarrollo la formación de la SCAP, además del inicio en el año 2000 de la subasta.

Explicó a Xinhua que el lugar se ha ido ganando mediante la construcción de mercado, además de la especialización que ha dado lugar a la experimentación con nuevas variedades de café.

Consideró además importante en el desarrollo del café especial panameño «cuánta libertad tiene el productor como empresario para ser innovador», lo que a su criterio les ha permitido tener creatividad, aprendizaje, desarrollo y que la empresa corra mucho más rápido.

Rachel Peterson, encargada de ventas, mercadeo y control de calidad de Hacienda La Esmeralda, reconoció, tras un recorrido por el beneficio de café de esta empresa productora en el área de Palmira (Boquete), la importancia del conocimiento en esta industria, que al final terminan compartiendo estas pequeñas fincas productoras.

Hacienda La Esmeralda reportó la exportación el año pasado de unos 90.000 kilogramos de café, 55.000 de los cuales fueron de variedad Geisha, y de estos últimos el 94 por ciento fue a Asia.

Peterson reconoció a Xinhua el interés en lograr un mayor conocimiento que ayude a Hacienda La Esmeralda a lograr un mejor acceso al mercado chino con la producción de café que tienen en varias de sus fincas.

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