Por Cynthia Sánchez Q.- Panorama Económico
El turismo panameño atraviesa su peor momento ante el estallido social contra la minería con el inminente cese de miles de contratos de trabajo, disminución de la ocupación hotelera en más del 60% y la cancelación de la llegada de tres cruceros a los puertos nacionales.
Y es que estas cifras negativas se suman a la cancelación de más de 28,000 planes vacacionales desde el exterior en la temporada alta por la incertidumbre que vive el país durante 21 días de protestas, cierres de calles y violentos enfrentamientos que han dejado un saldo de tres muertos y decenas de heridos.
El vicepresidente de la Cámara Nacional de Turismo (Camtur), Domingo De Obaldía, dijo a este medio informativo que la condición de Panamá como home port o centro de cruceros “está a punto de perderse” por la situación existente.
De Obaldía dijo que el sector turístico tiene la esperanza que el nuevo gobierno que resulte de las elecciones generales del 5 de mayo del 2024 pueda impulsar la industria sin chimeneas, la cual es una importante generadora de divisas y empleos con el fin que pueda recuperarse el próximo año o en el 2025.
Panamá tenía previsto cerrar el 2023 con la llegada de 2.5 millones de turistas al igual que el 2019, pero esa cifra solo quedó en proyecciones por el detonante de la ciudanía en las calles y de grupos con tendencia de ultra izquierda de obreros, universitarios e indígenas que agitan los cierres de calles.
De Obaldía aseveró que los hoteles de playa ubicados en el pacífico han tenido una caída de aproximadamente 60% en su ocupación, mientras que en Boquete, Volcán y Cerro Punta, la crisis ha tenido un mayor impacto con 0% de turistas.
“Es una situación de un pequeño grupo de malos panameños con agenda diferente que está causando que el país vuelva a tiempos parecidos” a la pandemia del Covid-19, que causó grandes pérdidas al turismo y aumento del desempleo en los años 2020 y 2021, agregó.
De Obaldía afirmó que a quien le corresponde garantizar el libre tránsito es el gobierno y no permitir que los grupos radicales se tomen las vías.
Indicó que ese fue uno de los puntos principales abordados por líderes de los principales gremios empresariales del país con el presidente de la República, Laurentino Cortizo, en una reunión a puertas cerradas hace algunos días en el Palacio de Las Garzas sin medios de comunicación social.
