Las ballenas jorobadas son panameñas

Por Cristóbal A. Chen- Panorama Económico

Las ballenas jorobadas recorren más de 8,000 kilómetros desde norte y sur de América para reproducirse en las cálidas y tranquilas aguas del océano pacífico panameño.

Es común observarlas entre los meses de julio y octubre especialmente en los alrededores de la Isla Iguana, provincia de Los Santos; Santa Catalina, sur de Veraguas; Parque Nacional Coiba; Boca Chica, provincia de Chiriquí y en el Archipiélago de Las Perlas, entre otros sectores del litoral.

Ballena Jorobada en las aguas de Isla Iguana.

El avistamiento de las ballenas jorobadas se ha convertido en el principal atractivo de miles de turistas nacionales y extranjeros en el distrito de Pedasí, provincia de Los Santos, especialmente en la Isla Iguana, una reserva forestal bañada por aguas azules.

Pedasí es una región costera que inicialmente se dedicaba a la agricultura con una población de tan solo 5,000 habitantes, pero la mayoría de sus residentes se han volcado a la industria sin chimeneas para dar servicios de hoteles y restaurantes a los turistas que vienen atraídos por la belleza de las playas Venao, El Arenal e Isla Iguana, donde se ofrecen tours para observar las ballenas en su periodo de apareamiento y cría de estos gigantescos mamíferos marinos.

Daniel Pérez de ICT Experiencias, es un guía turístico dedicado a brindar sus servicios para observar el avistamiento de las ballenas en las aguas de isla Iguana, quienes nos dio a conocer detalles de la actividad.

Daniel Pérez, guía turística

En Pedasí, unos 40 capitanes de pequeñas lanchas brindan el servicio de traslado a alta mar para ver los cetáceos juntos a sus crías, manteniendo un estricto distanciamiento que han establecido las autoridades de MiAmbiente. Las pequeñas lanchas de seis personas de capacidad parten desde Playa El Arenal y el viaje se realiza en aproximadamente 20 minutos para luego con calma lograr divisarlas.

Aunque son animales pacíficos, está prohibido nadar, bucear con snorkel o tanque que implique interactuar con los animales en su hábitat.

Otra de las normas es que los botes no pueden acercarse a más de 250 metros de las ballenas y a menos de 100 metros de los delfines y cuando se observa una ballena con cría el tiempo máximo de estar cercar de estas es de máximo 15 minutos, así que los turistas aprovechan para realizar fotografías y videos de los mamíferos, considerados las joyas de los mares.

En busca de ballenas jorobadas

Datos científicos

Según estudios, la ballena jorobada que también se le conoce como Yubarta y Gubate, es uno de los rorcuales más grandes, los adultos tienen una longitud de 12 a 16 metros y su peso aproximado es de 36.000 kilogramos. Es un animal acrobático que con frecuencia se impulsa sobre la superficie para luego golpear el agua, siendo un espectáculo hermoso y muy llamativo para los turistas amantes del mar.

Los machos emiten un canto que dura de 10 a 20 minutos y se repite por horas cada vez. El propósito de este es la función de apareamiento.

Estas ballenas se pueden encontrar en todos los océanos del mundo y normalmente migran hasta 25.000 kilómetros cada año. Regularmente, se alimentan solamente en el verano en regiones polares para luego viajar a las aguas tropicales como es el caso de Panamá en los meses entre julio y octubre.

Sin embargo, han sido vistas en las aguas panameñas hasta en los meses de noviembre, según nos manifestó el guía turístico que nos acompaño en esta aventura de avistamiento de las ballenas en la Isla Iguana.

Turismo de ballenas

El avistamiento de ballenas atrae a turistas de España, Estados Unidos, Colombia, Venezuela y de otros países sudamericanos en el distrito de Pedasí.

El experimentado capitán Irving Barahona, dedicado al traslado de visitantes desde hace 20 años y entrenado por la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) y Mi Ambiente, en cuanto al manejo de turistas y conservación del medio ambiente, expresó que la distancia de 250 metros para observar las ballenas es porque en estas épocas se encuentran con sus crías.

Capitán Irving Barahona

El lanchero afirmó que la pandemia de la Covid-19 ha sido difícil y la mayoría de los marinos tuvieron que emigrar temporalmente a la pesca en espera que se reactivará la actividad en Pedasí.

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