Por: Redacción – Panorama Económico
El PARLACEN es sujeto de derecho internacional público, bajo el amparo del artículo 4 de la Constitución, según el cual Panamá “acata las normas del Derecho Internacional” y su labor de cobijar el proceso histórico de integración centroamericana es loable entendiendo, además, la coyuntura política e imagen internacional de Panamá al momento de ingresar, sobre todo, frente a los países latinoamericanos.
Pese a ello, su norte y objetivo han sido desvirtuados a lo largo del tiempo. Su protagonismo ha girado más, desde el punto de vista panameño, en torno a promover la impunidad de políticos corruptos, incluyendo delincuentes confesos y condenados.
En el caso de Panamá, no se conocen políticas públicas aprobadas en el PARLACEN para ser expedidas y convertidas en proyectos de ley mediante iniciativas legislativas, por lo cual, no hay resultados o beneficios tangibles, desde el punto de vista social y económico.
La rendición de cuentas de parte de los diputados panameños en el PARLACEN es nula, ante una Cancillería que no se las exige. Y de no ser el caso, sencillamente la ciudadanía desconoce logros y resultados en beneficio del país, de un organismo que, además, le cuesta $2.32 millones al año al Estado panameño.
Por todo lo anterior, el Movimiento Otro Camino (Moca), sin menospreciar la importancia regional del organismo, ha decidido NO postular diputados al PARLACEN. Y ello lo hace para no seguir avalando, entre otras cosas, la juramentación de panameños confesos por delitos en Estados Unidos o en cualquier otra jurisdicción e investigados penalmente en Panamá, aparte de que, independientemente de no ser vinculantes las políticas públicas positivas aprobadas en su seno, al llegar a Panamá no se implementan a través de un proceso de discusión en la Asamblea Nacional, por lo que de las mismas no nos beneficiamos los panameños.
Por consiguiente, MOCA ha elaborado una hoja de ruta para salir del PARLACEN, sin la necesidad de postular candidatos, manteniendo así una actitud consecuente y permanente en el tiempo, que no admite ambigüedades ni cambios abruptos de postura.
A la vez que tomamos esta decisión, queremos reiterar nuestro compromiso de participar activamente en todas las instancias del SICA, de fortalecer nuestra relación de cooperación y estrecha vinculación con Centroamérica, y de contribuir a fortalecer los procesos de integración de nuestros pueblos, cercanos en la geografía y en los afectos.