Por Adolfo Fábrega García de Paredes- presidente de la CCIAP
El año 2023 nos deja lecciones importantes. Una de ellas es que los ciudadanos no estamos dispuestos a ser meros espectadores del devenir nacional, sino que buscamos participar de las soluciones, y que las mismas se ejecuten con eficiencia y transparencia.
El año 2024 nos plantea el gran reto de tomar decisiones trascendentales como Nación, con miras a asegurar un futuro de prosperidad inmediato.
En este sentido, la nueva Administración tiene la tarea inminente de revisar el futuro del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social (CSS). Es claro que la solución no se presentará por arte de magia, sino que requerirá un enfoque técnico, científico y matemático que ofrezca una solución real y a largo plazo para la población.
Asimismo, es imperativo actuar con prontitud en el ámbito del agua, tanto para el consumo humano como para el funcionamiento del Canal de Panamá y otras actividades económicas cruciales. Es preciso abordar decisiones importantes en materia de reservorios y la cuenca hidrográfica de la Vía Interoceánica, así como en la reestructuración medular del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN). Se trata de un elemento fundamental para que el país pueda avanzar hacia mejores días.
Aunado a estas necesidades, los nuevos gobernantes, tanto en el Órgano Ejecutivo como en el Legislativo, deben proponer y ejecutar políticas públicas que reconozcan la crítica condición de las finanzas del Estado y que generen la confianza necesaria para incentivar la inversión privada tanto nacional como extranjera.
Todo esto aunado a un fortalecimiento institucional que visibilice un real rédito de los aportes de los contribuyentes y cotizantes de la CSS y, como resultado, incentive la formalización tanto de emprendedores como de trabajadores.
Así como es crucial abordar la incremental burocracia estatal, ya que ha demostrado ser un obstáculo significativo para la eficiencia operativa del sector productivo. En este contexto, es imperativo que se promueva la implementación de tecnologías innovadoras que reduzcan la burocracia, optimicen los procedimientos gubernamentales y, de manera simultánea, disminuyan los niveles de corrupción al incrementar la transparencia en trámites, compras y gestiones gubernamentales, reduciendo la discrecionalidad y mejorando la confianza en las instituciones.
Nuestro gremio reitera la urgencia de acometer cambios profundos en materia de educación. Continuamos si contar con las bases de un programa educativo digno del Siglo XXI que permita a los panameños movilidad social. Como sociedad tenemos la responsabilidad impostergable de actualizar la metodología y planes educativos, orientándolos a la mejora continua. Nuestra juventud reclama una educación moderna, con un nivel pedagógico de excelencia, que los prepare para afrontar los retos y oportunidades de un mundo cambiante.
Ante estos desafíos, instamos a los panameños a promover un ambiente de paz y respetuoso intercambio de ideas que nos conduzca a los comicios del próximo 5 de mayo, eligiendo a los mejores hombres y mujeres.
Las nuevas autoridades deben estar preparadas para dinamizar los sectores productivos desde el primer día. Cualquier demora en esa dirección puede causar daños imprevisibles al país.
A través de nuestros agremiados y sus apreciados colaboradores y familias, invitamos a todos los panameños para que, juntos, nos deseemos y trabajemos por un ¡Feliz y mejor 2024!