LA CSS: UN FUTURO INCIERTO
Antecedentes
El 31 de marzo de 1941 entra en vigencia la Ley 23 que crea la Caja del Seguro Social (CSS) y no era el primer intento para establecer un Sistema de Previsiones. Ya existía legislación que cubría la seguridad social a los telegrafistas, empleados postales y los empleados tanto del Banco Nacional como del Hospital Santo Tomás. Sin embargo, los empleados del Sector Privado NO tenían derecho a esos beneficios.
Previo a la creación de la CSS, la ley 7a de 1935 establecía que los aportes de los trabajadores del sector público serían registrados en una Cuenta Individual y servirían para su retiro, contemplándose una contribución financiera al sistema y un régimen uniforme de beneficios para dichos empleados.
La mayoría de los sistemas de previsión de salud padecían de una gran debilidad, ya que por sí solos no eran sostenibles, por lo que debían ser apoyados con recursos provenientes del Presupuesto del Estado. La “Solidaridad” No Era Sostenible en el tiempo por sí sola.
Actualidad
Seguimos debatiendo cómo resolver los problemas de la CSS, y cuando la variable de las Cuentas Individuales entra en la ecuación, para muchos esta alternativa parecía parte de la solución, porque esos aportes serían para disfrute exclusivo de quién los generó. Pero, esos mismos recursos, le restarán más estabilidad al sistema solidario.
Los datos financieros que muestran la debilidad del sistema revelan un desfase en cuanto a sus áuditos, el último realizado en 2011, desconociéndose si éstos son correctos o si las correcciones sugeridas daban luces claras de donde comenzar a resolver las fallas.
Un informe difundido a mediados de enero del 2022 por la administración de la CSS señala que el año 2023 será el último año que las RESERVAS de la CSS soportarían un pago a los jubilados y pensionados.
Lo triste aquí es que las Reservas no se debieron usar para pagar pensiones porque esos recursos no están destinados para eso.
El deterioro del sistema producto de múltiples situaciones es harto sabido, desde el primer sablazo que se recuerda a través del programa de viviendas décadas atrás, falta de pagos por empresas, la “excesiva burocracia, ausencia de supervisión gerencial, y retraso en el pago de las prestaciones económicas a los jubilados y a los trabajadores, entre otros.
No había iniciado el famoso Diálogo y los detractores exigían que su participación está condicionada a regresar al Sistema Solidario. Otros rechazaban el uso o análisis de medidas paramétricas, y así sumamos posiciones que no abonan a solventar nada y el problema se profundiza mucho más.
Expertos actuariales han reconocido el error de no tener al día los Estados Financieros con los áuditos respectivos y sus estimaciones consideran que los recursos que requiere el sistema, para atender el pago de los casi 300 mil jubilados y pensionados asciende a 20 mil millones de dólares.
Hagamos Cuentas
Si una persona que inicio su vida laboral a los 22 años y cumple con la edad de jubilación (62 años), cotiza por 40 años, se jubila ganando entre el 60% y 66% del promedio salarial de los últimos 10 años (B/.1500/mes) y aporta a la Seguridad Social un 10% del sueldo, con base en esos datos estimamos la cantidad de recursos que se genera y el período que soportarían la jubilación de esta persona.
Estimación de Recursos para Jubilación
Año Sueldo SEG. SOC. Cta. Individual Interès
1—10 60,000.00 6,000.00 6,000.00 2,063.00
11—20 90,000.00 9,000.00 9,000.00 4,322.00
21—30 120,000.00 12,000.00 12,000.00 7,546.00
31—40 180,000.00 18,000.00 18,000.00 11,320.00
1—40 450,000.00 45,000.00 45,000.00 25,251.00
Bajo los siguientes parámetros:
1- Último sueldo de B/. 1500/mes los últimos 10 años.
2- Aportes a la Seguridad Social del 10% del sueldo.
3- Jubilación del 60% o 66% del último sueldo.
4- Tasas de interés entre 3% y 5%.
Los recursos generados bajo los parámetros anteriores permitirían a esta persona mantener su jubilación solo por 78 meses, o sea, unos 6 años y medio.
Pero falta un elemento esencial en esta ecuación y es la Esperanza de Vida (EV) del panameño que oscila entre 72 y 74 años según el género. Pues bien, si bajo este ejemplo, luego de jubilarse una Mujer, sus aportes le duran hasta cumplir 65 años y medio y a un Varón hasta la edad de 68 años y medio, ¿cómo cubrir los años restantes si llegan la edad que indica la EV? ¿Cómo pagar la pensión con la estructura de hoy?
Pero aquí surge algo más interesante y es que muchos panameños superan con creces los años que indica la EV, por lo cual, a este jubilado le estarían faltando muchos más recursos para sostener una pensión bajo los parámetros utilizados.
Hagamos números una vez más, si el panameño, bajo el supuesto de vivir hasta los 82 años, requiere 10 años (120 meses) adicionales a los 134 meses, que hasta ahora este jubilado NO ha generado con lo aportado, ¿cómo pretende mantener esa jubilación?
Estos casi 20 y 25 años de vida adicionales, tanto para un varón como para una dama respectivamente, estarían corriendo por cuenta del Sistema Solidario y el Gobierno, y esa matemática no rinde bajo los parámetros actuales.
Supongamos que unos 100,000 jubilados viven una situación parecida al jubilado de nuestro ejemplo y siendo así los recursos necesarios para cubrir estas pensiones oscilarían, grosso modo, en unos B/. 2,300 millones.
El resto unos 200,000 jubilados amparados en el Sistema Solidario, con pensiones promedios de unos B/. 600.00/mes, por el tiempo adicional de 254 meses, ascenderían a unos B/. 3,050 millones.
Sumadas estas cifras superan los B/. 5,000 millones para cubrir las pensiones de 300 mil jubilados, recursos que ninguno de ellos ha generado con sus aportes.
Si esta friolera de recursos es lo que hoy día requieren nuestros jubilados, creo que las finanzas de la CSS están KO y por ello, tendremos que hacer ajustes que en cierta medida le den estabilidad al sistema.
Ajustes, a saber:
1- Cuota del Trabajador de 10% se ajusta al 15%.
2- Tasa de Interés del 5% todo el período.
3- Sueldo de B/. 1500/mes los últimos 10 años
4- Pensión de B/. 900/mes
5- Edad-82 años
Bajo estos parámetros, los aportes generados para la pensión a la que se aspira, solo aseguran una pensión para 122 meses (10 años y 2 meses), lo que significa que bajo estos ajustes el jubilado alcanzaría pensión solo para vivir los años que indica la EV.
Como se ha podido apreciar en un par de ajustes, a pesar del incremento a la Cuota Laboral al 15% y una tasa de interés del 5%, los recursos aportados ascenderían a unos B/. 2500 millones y cubrirían solo 10 años más allá de la EV, recursos que dicho jubilado no ha aportado
Las variables usadas y ajustadas, según los ejercicios realizados necesariamente tienen que evaluarse para encontrar soluciones al problema que enfrenta la CSS.
Hay que evaluar fríamente, el lastre burocrático, dependientes inscritos por cotizantes, cantidad de cotizantes, los trabajadores independientes formales, los informales que no cotizan, el sistema gerencial de la Caja, entre otras que afectan la operatividad integral del sistema, porque creer que con cascaritas de huevo se podrá atender un problema mayúsculo como el de la CSS es una ilusión.
Se ha sugerido que las personas que hoy cotizan en Cuentas Individuales sean insertadas en el Sistema Solidario con todos sus aportes como una de las acciones de rescate del Sistema, pero para quienes apoyan esa opción y no cotizan en cuentas individuales les hago esta pregunta, ¿les gustaría que sus Ahorros personales que se han esforzado en tener, el Gobierno decidiera utilizarlo para algo que ustedes no les favorece o para resolver un problema que ustedes no han provocado?
Yo les aseguro que ustedes NO aceptarían. Y tampoco lo aceptarían quienes en su momento entraron a un mercado laboral donde las reglas indicaban que los aportes a la Seguridad Social irían a una Cuenta Individual para su uso personal al momento de su jubilación y no como soporte de otros.
CONCLUSIÒN
Las reformas realizadas en determinados momentos a nuestra Seguridad Social no fueron lo suficientemente profundas, por lo que los resultados que estamos viendo hoy necesitan evaluaciones serias y complejas de una combinación de variables que ofrezcan alternativas a corto, mediano y largo plazo para, al menos, viabilizar la estabilidad e integridad de nuestro sistema de pensiones.
No serán fáciles las decisiones a adoptar, pero es preferible que se analicen fríamente determinadas alternativas para garantizar las pensiones actuales y futuras y que hoy nadie parece tenerlas garantizadas.