Por: Rodrigo Barros de Paula, Vicepresidente de Productos e Innovación para el Caribe y Centroamérica de Visa.
Al reflexionar sobre el estado actual de los pagos y los desarrollos en curso, una pregunta que persiste es ¿estamos asegurándonos de integrar todos los elementos necesarios para crear un entorno que sirva mejor a quienes lo necesitan?
La industria de pagos es una donde puedes proveer de manera sostenible los servicios que se necesitan para el desarrollo de esa comunidad a la cual sirve.
Y además permite crear una visión más amplia de la usual cuando se cruza con la palabra “pagos». Cuando hablamos de pagos, normalmente, nos precipitamos a pensar o a preguntar cómo es que se transfieren fondos de una persona a otra y en qué riel se realiza el movimiento de fondos. Sin embargo, esto no es algo que debe mirarse de forma simplista.
El objetivo de cualquier ecosistema es ser autosostenible, lo cual es parte de su progresión natural. Para lograr la sostenibilidad, un ecosistema eficiente debe operar con equilibrio. Este equilibrio se alcanza cuando se abordan las necesidades fundamentales de todas las partes que lo conforman. Y una vez que se cumplen las condiciones primarias para la existencia, se establece el equilibrio, permitiendo que todo lo demás se adapte y evolucione.
Al considerar «El Futuro de los Pagos», necesitamos identificar las necesidades fundamentales que deben abordarse para proporcionar una base para la evolución continua. Dos necesidades críticas son la confianza y el financiamiento.
La confianza se establece identificando con precisión quién está involucrado en una transacción. Debemos asegurarnos de capturar todos los elementos necesarios para verificar las identidades detrás de las transacciones, lo cual puede ser un desafío en nuestra realidad multicanal y omnipresente.
El financiamiento, por otro lado, se refiere a facilitar el crédito. Es esencial dar acceso al crédito a quienes más lo necesitan, permitiéndoles continuar con sus actividades y fortalecer su capacidad para consumir bienes y servicios necesarios para llevar a cabo las actividades en sus vidas y negocios.
Pero ¿qué se requiere para ofrecer tanto confianza como financiamiento? La respuesta es datos. Los datos son el común denominador entre ambos factores. Son esenciales para crear algoritmos que puedan identificar con precisión a las partes involucradas en las transacciones y predecir comportamientos. Los datos son nuestro principio.
Para el desarrollo saludable y sostenible de cualquier ecosistema de pagos, es crucial orquestar todos los puntos de datos transaccionales y traducirlos en conocimientos prácticos. Estos conocimientos deben estar específicamente orientados a mejorar la confianza y el financiamiento.
Al adoptar plenamente este enfoque, podemos darnos cuenta que podemos mejorar la manera de crear mayores eficiencias al plantear preguntas enfocadas a organizar y asegurar los datos necesarios para tomar decisiones más inteligentes, en lugar de centrarse únicamente en el flujo de dinero.
Además, aunque nuestro objetivo debe ser fomentar una cultura de innovación y adaptabilidad, es igualmente importante inspirar a la próxima generación de profesionales de tecnología de pagos a adoptar «Los Datos del Ecosistema» como un nuevo mantra en la industria de pagos.