Sin duda alguna, el periodismo es una carrera noble que tiene el sagrado deber de informar en forma objetiva sin ataduras a la ciudadanía, que se está viendo amenazada por campañas de odio y la era digital que avanza a pasos gigantescos.
Y es cualquiera persona que se dedica a la tarea de comunicar no puede ser considerada periodista porque como toda profesión tiene sus cimientos en la academia, ética y ejercicio profesional.
Definitivamente que la libertad de expresión es un derecho universal que tienen todos los ciudadanos, pero hay quienes se dan a la tarea causar confusión con el ejercicio del periodismo y es allí cuando surgen los problemas.
Para nadie es un secreto que el periodismo panameño está pasando por momentos difíciles con campañas de odio orquestadas por grupos de la extrema izquierda que han desatado contra los comunicadores sociales violentos ataques para desprestigiar su labor cuando se les hace cuestionamientos por sus posiciones radicales que muchas veces no son compartidas por la mayoría de la población.
Es allí cuando los gremios de comunicadores sociales tienen que jugar un papel relevante para repudiar estas cobardes acciones contra una de las profesiones más sacrificadas porque de todos es conocido que se requiere de esfuerzo extra para informar muchas veces las horas 24/7 con esmero y profesionalismo.
¿Será que quieren traer a Panamá los modelos dictatoriales de Nicaragua o Venezuela, donde la libertad de prensa se ha visto ultrajada?
Señores están en el camino equivocado porque los periodistas en democracia no vamos a renunciar a nuestro derecho de prensa por muy difícil que sea el escenario y las presiones que se hagan. Les advertimos que no traten de pescar en río revuelto llamando a los periodistas traidores de la Patria cuando no lo son.
La era digital y los avances tecnológicos que vivimos actualmente como la Inteligencia Artificial (IA), son otros retos que los periodistas enfrentamos a diario con redes sociales inundadas de noticias falsas que solo tienen la intención de confundir a la población y afectar la imagen de los ciudadanos.
¡Eso no es lo que queremos para nuestra pequeña tierra que nos vio nacer! Es el momento que exijamos respeto a la carrera a través de normas legales que puedan garantizar el pleno y libre ejercicio del periodismo sin ningún tipo de amenazas de seudos sindicalistas que tienen décadas al frente de la dirigencia que parecen ser fieles seguidores de regímenes de países comunistas. ¿A caso no existe revelo generacional en los gremios sindicales que puedan suplantar estas mentes retorcidas que han mantenido al país secuestrado en las últimas semanas?
Basta ya de las injusticias porque la libertad de prensa es un derecho que tenemos los comunicadores sociales de informar a la ciudadanía en forma responsable y a quienes se dedican a las campañas de desprestigio, podemos asegurarles que no lograrán sus objetivos porque en nuestra pluma siempre encontrarán oposición a sus malsanas acciones. Feliz Día del Periodista…