Este año, la conmemoración del día del periodista panameño se desarrolla en el marco de una de las peores crisis que ha vivido nuestro país, la denominada crisis minera.
Diferentes sectores de la población han expuesto sus puntos de vista y existe unanimidad en la mayoría de los panameños en rechazar a que se violente la Soberanía, concediendo contratos que favorezcan, sin reparo alguno, a empresas transnacionales.
Ante los gritos de no a la minería, decenas de miles de conciudadanos de la mayoría de los distritos, provincias y de todos los rincones de la República, han elevado su voz haciendo sentir su deseo de un territorio libre de minas.
Por su parte, los periodistas panameños han cumplido con su misión de dar a conocer los diferentes enfoques, orientandos a la población, sin matices personales y sin entrar en el conflicto propio de la opinión pública.
Desde la Escuela de Periodismo de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá, vemos con profunda preocupación las vejaciones, insultos y amenazas que les han sido proferidas a algunos periodistas, en especial a aquellos que ejercen en los diferentes medios de comunicación social y en redes sociales.
No podemos olvidar que el periodismo es un oficio difícil, lo que han aprovechado algunos para distorsionar el papel que debe cumplir el periodista. La compleja crisis por la que atraviesa nuestro sistema de educación, muy preocupante por decir lo menos, nos coloca a quienes formamos comunicadores sociales-periodistas, en una difícil coyuntura histórica porque tenemos que redoblar esfuerzos desde la academia e insistir en la noble y humana función del profesional del periodismo y, sobre todo, en quienes se forman en las aulas universitarias.
El gran desequilibrio económico y la enorme desigualdad que hoy padece nuestra sociedad, reclama una mayor atención del gobierno nacional y de los diversos sectores de la comunidad, a fin de que tengamos una sociedad más justa y menos fracturada.
“La polarización tóxica que se difunde a través de las redes y en los medios de comunicación es
obstáculo para forjar una convivencia justa y una democracia que merezca ese nombre. Si esa
polarización es un fenómeno reversible o no tiene vuelta atrás es una pregunta crucial, a la que
intentaremos responder, teniendo muy en cuenta el papel que pueden jugar los medios de comunicación, para bien o para mal”, tal como lo expresó en su momento, la pensadora española Adela Cortina.
Saludos a todos los periodistas.
Mgtr. Edgardo Murgas Álvarez
Decano Facultad de Comunicación Social Universidad de Panamá
