Crecimiento de la economía panameña, ¿realidad o simple percepción?

Por: Victor Cruz – Economista

Hacer estimaciones sobre el desempeño de la economía panameña, luego de tres (3) años de Pandemia, al menos el 2020 con casi todo cerrado, con secuelas catastróficas, no es una tarea fácil, especialmente para quienes no tenemos las herramientas para compilar datos, tal cual lo hace el Gobierno.

Perder, en solo un (1) año, cinco (5) años de generación de riqueza equivalente a poco más de 14 mil millones de dólares en términos nominales del PIB, para un país tan pequeño como Panamá, deja enormes desafíos.

Esta pèrdida, traducida en variables agregadas, se afectaron así:

  1. El Consumo (Público y Privado) 5.900 millones de dólares.
  2. El Ahorro Nacional  2.800 millones de dólares.
  3. Las Inversiones (Públicas y Privadas) 2.800 millones de dólares.
  4. Las Exportaciones (B y S) 3.000 millones de dólares.
  5. 400 mil Empleos (sector privado) o más, suspendidos y un gran porcentaje liquidado en plena crisis sanitaria.

En vista que la constitución de variables agregadas como las que acabo de enumerar no serían tarea fácil, además que no eran la prioridad, el IMAE viene a constituirse como el indicador que debe recoger las acciones realizadas por los agentes económicos de cada sector y la compilación de estas coadyuban para ofrecer orientación sobre cómo se comporta la economía en un momento específico.

Al igual que las Cuentas Nacionales, el último año base de este indicador fue el año 1996 y en vista de los avances de la economía, al igual que otros países Panamá actualizó, a principios de la década del 2000, la estructura de las actividades económicas y se establece un nuevo año base para las mismas siendo este el año 2007.

Al igual que el PIB, el IMAE se construye a base de los índices de producción de bienes y servicios de 14 actividades económicas y su valoración estima el rumbo de la economía mes a mes.

Luego de lo que parece una perorata aburrida, muchos se podrán preguntar, y esto para qué me sirve o porque la preocupación de cómo se construye este indicador mensual, pues bien, la explicación es sencilla.

Si elaboras un indicador que muestra  el derrotero que lleva la economía, en términos gruesos, dicho indicador debe representar lo más fiel a la realidad las acciones de los agentes.

Como menciono previamente, nuestras Cuentas Nacionales fueron reestructuradas con un nuevo año base (2007), y ello permite un mejor registro de las acciones desarrolladas, o, mejor dicho, las acciones no son subestimadas y esta es la razón por la cual se debe tener cuidado cuando se utiliza una serie de valores más representativos porque poseen una mejor estructura y así dicho valor no desestima acciones que en años pasados no había forma de registrarse.

 Por lo tanto, el valor que se registre como dato estadístico debe ser fiel y cónsono con el resto de los indicadores, de otra forma sea por error o por omisión la valoración no será real a lo que se reporta y la proyección que realicen agentes económicos, asesores, organismos internacionales, entre otros, puede ofrecer un panorama equivocado al que se presenta.

Ejemplo de ello es el Informe Metodológico sobre cómo entender o leer el IMAE, y este reza así:

La Tc  es la señal más fuerte de la evolución de una serie, la misma no está afectada por elementos de Corto Plazo, o sea intraanuales… Toda la información necesaria para caracterizar la evolución económica en el período en estudio, además del pronóstico, está dada por el comportamiento de la Tendencia–Ciclo (TC), la cual recoge el movimiento en el largo plazo. Dado que el comportamiento económico generalmente está expresado en tasas de crecimiento anualizadas (PIB), se realiza el mismo ejercicio sobre la TC y se construye la serie. v (T1,12) compara el valor de un mes del año en referencia con el mismo mes del año anterior. v (Ti,12) Variación del promedio acumulado a ese mes con respecto al promedio acumulado al mismo mes del año anterior.” (Informe Metodológico. Contraloría General de la República).

Ahora observen parte del último informe de coyuntura del IMAE (septiembre de 2022) el cual registra lo siguiente:

El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) en serie original presentó, en septiembre de 2022, una variación de 12.23% al compararlo con el mismo mes del año anterior e inferior al 22.39% registrada doce meses atrás; de acuerdo con la información preliminar compilada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Cabe señalar que, las cifras están sujetas a revisión; de existir cambios, serán difundidos, oportunamente, en la página web de la institución, en las próximas publicaciones del indicador. El IMAE promedio acumulado, de enero a septiembre del 2022, mostró un aumento de 11.08% comparado con igual período del 2021”. (El resalto en color es del autor)

Según el Informe de Coyuntura de septiembre de 2022, la CGRP resalta el uso de la Serie Original para destacar el crecimiento económico, y además utiliza la columna (T1, 12(a)) el valor para resaltar dicho crecimiento.

Doble Error se revela aquì, sobre todo si usted revisa el Informe Metodológico que reseña que el indicador correcto es la Tendencia Ciclo y la columna (Ti, 12b) para destacar el valor del crecimiento económico anualizado en cualquier mes.

Me pregunto, por qué la entidad encargada (INEC-CGRP) utiliza un indicador incorrecto como lo es la Serie Original (TO) para comunicar sobre el crecimiento de la economía, que NO corresponde con lo expuesto en el Informe Metodológico del IMAE.

Pero eso no es todo, ya que, al revisar algunos valores para intentar hacer alguna proyección sobre el crecimiento de la economía, los resultados no me eran favorables, lo que me lleva a revisar detenidamente los datos del IMAE, especialmente la TC en la columna Ti, 12b, la cual registra el acumulado del crecimiento mes a mes.

Del 2018 hasta los primeros meses del 2020, esta columna era cònsona con los índices mensuales del IMAE, sin embargo, las valoraciones negativas por la crisis del COVID 19, parecen generar más que problemas en la compilación del desempeño económico posterior, ya que la valoración acumulada muestra errores, tal cual se aprecia en el cuadro siguiente.

Comparen la columna (Ti,12b), la cual forma parte del Informe de Coyuntura, con la columna que dice TC Acumulado (preparada por el autor) y se notan diferencias claras en los resultados.

Alguien podrá decir que la diferencia es mínima, pero cuando se manejan datos como los que intenta reflejar el IMAE, esas pequeñeces en términos de variables agregadas pueden generar grandes escollos y dar una impresión falsa sobre el desempeño de la economía.

Otros dirían que aun cuando se muestran diferencias, los resultados muestran valores de doble dígito y que cualquier economía querría mostrar un crecimiento de ese tamaño.

Sin embargo, y aunque el Gobierno anuncie con bombos y platillos que nuestra recuperación va viento en popa, la realidad es otra.

¿De los 400 mil empleos perdidos en la Pandemia, cuantos se han recuperado? Y si una gran cantidad de esos empleos se han reinsertado nuevamente en el mercado laboral, ¿lo han hecho en las mismas condiciones, especialmente con los mismos Sueldos o Salarios?

Uno de los componentes agregados para construir el PIB es la Demanda Agregada, especialmente la que generan los Hogares, y muchos de ellos no han regresado al mercado laboral en igualdad de condiciones previo a la pandemia, por lo cual esta variable agregada que condiciona fuertemente el crecimiento del PIB no ha recuperado la fuerza previa a la crisis sanitaria.

Si a esto le sumamos, la parte que en la Demanda Agregada le corresponde a las Empresas, pues es la misma situación que la de los Hogares, ya que no han podido recuperar los empleos generados y ventas previo a la pandemia porque el mercado no favorece, sin contar los miles de mini y pequeñas empresas que no resucitaràn porque no tienen la fuerza para ello.

Y por favor, no me digan que sí lo han hecho, ya que uno solo camina por

cualquier lugar y hay una gran cantidad de locales que siguen vacíos.

Hagamos un recuento y recordemos que al principio de este escrito señalamos que el PIB retrocedió, según cifras oficiales en unos 14 mil millones unos 5 o 6 años de pérdida de generación de riqueza producto de la Pandemia.

Y siendo realista, nuestra estructura productiva, por más fuerte que pareciera no lo es, porque la crisis sanitaria socavó una buena parte de eso, que no se construye en 5 años.

El mejor ejemplo de ello es el incremento de la Deuda Pública, la cual ha trastocado nuestro Grado de Inversión, el cual por muchos años mantenía Perspectivas Estables o Positivas. Hoy día eso no lo es.

Si hacemos un paralelismo, cuando la Crisis Financiera en Estados Unidos (octubre-2008) comienza a generar rápidamente sus efectos, los principales Bancos de Inversión y las Aseguradoras  fueron las primeras víctimas fatales. Lehman Brothers perdió 70 mil millones y AIG unos 85 mil millones en Activos valorados en dólares (5 y 6 veces más que lo perdido por el PIB de Panamá en un año),

Algunas de estas empresas solo en los primeros 6 días de la crisis perdieron 35 mil empleos. Cuando caen en bancarrota, los despidos masivos eran noticia corriente en los diarios.

El rescate preparado por el Gobierno con el apoyo de empresas de inversión ascendió a un paquete de 825 mil millones de dólares para préstamos de consumo y líneas de crédito empresarial, preparado por la Secretaría del Tesoro y la Reserva Federal, pero la estructura productiva según los analistas de ese país hoy en día sufre esas consecuencias. Ni se diga con lo que termino de trastocar la Pandemia.

Pudiera ser que para muchos la comparación no es dable, sin embargo, lo que intento establecer es que, si bien los Estados Unidos tiene una gran cantidad de mecanismos de soporte a las instituciones y al sector privado, la economía panameña no los tiene.

Producto de este deterioro el incremento de la Deuda panameña ha sido tan grande. Y si gran porcentaje de esta se ha destinado para soportar la crisis sanitaria, no creo que haya ayudado mucho al soporte de la economía nacional, a excepción de mantener la máquina gubernamental trabajando, incluso con una gran cantidad dirigida al pago de planillas lo cual tampoco nivela lo perdido por los Hogares y las Empresas en términos de empleos o de impulso a la Demanda Agregada.

Justo por esto, es vitalísimo que nuestros indicadores puedan valorar la realidad económica de Panamá y no sea la percepción de un proceso de recuperación lo que nuble los sentidos de quienes dirigen la cosa pública.

La senda del crecimiento ha superado el punto de inflexión para mostrar algunos números positivos, pero la tarea es ardua para recuperar esa enorme pérdida de valor agregado generado en nuestra economía que costó muchos años haberla conseguido.

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