Por: Carlos Bravo Reyes – Coordinador de la Red Académica Verano TIC en Bolivia
Recientemente pregunté a un grupo de mis estudiantes universitarios cuántos mensajes recibían al día en WhatsApp y cuántas veces en ese mismo período desbloqueaban su celular. Casi todos respondieron de manera imprecisa y les pedí revisaran en su celular la opción de bienestar digital. Se asombraron al descubrir que algunos desbloqueaban su celular más de 50 veces al día y el mínimo de mensajes era de 300.
El bienestar digital se refiere al uso responsable y saludable de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, por lo que es un tema que cobra cada vez más importancia. Es tanto una responsabilidad de los estados brindar acceso a Internet y a numerosos trámites y otras acciones por medio de plataformas para favorecer el bienestar digital de las personas. Pero también es una responsabilidad de cada individuo, al emplear la tecnología.
Reviste mayor importancia cuando nos referimos al empleo del celular, ya que es la herramienta tecnológica que se utiliza constantemente en la vida diaria. Un reporte de “We Are Social” indica que en enero de este año el 68% de la población mundial posee al menos un celular[1]. El uso prolongado del móvil puede causar problemas de visión, como fatiga visual y ojos secos. Además, la postura corporal que adoptamos cuando utilizamos el celular durante períodos prolongados puede causar dolores de cuello y espalda.
Su uso excesivo puede tener un impacto negativo en la salud mental, afectando la calidad del sueño, lo que puede causar cansancio y problemas de atención, dolores de cabeza, fatiga visual, insomnio y ansiedad. El empleo excesivo puede generar adicción, afectando la capacidad de las personas para interactuar socialmente. En los últimos años se está empleando el termino nomofobia, que es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil o sin cobertura de red manifestado en una ansiedad excesiva, palpitaciones, temblores, irritabilidad, nerviosismo entre otros síntomas. La nomofobia es un fenómeno relativamente nuevo que se ha vuelto más común a medida que los móviles están más presentes en nuestras vidas.
A nivel mundial se descargaron en el 2022 cerca de 435 mil Apps por minuto[2], convirtiendo al celular en una herramienta indispensable en el día a día de las personas. Sus usos son variados, desde la comunicación, el entretenimiento, la actividad comercial, el aprendizaje y otros muchos más.
Como herramienta permanente en nuestra vida hay que velar también por su buen empleo. Para ello se pueden tomar en cuenta un sistema de estrategias. Limitar el tiempo de uso, en especial antes de dormir. Evitar en lo posible que nos acompañe durante el descanso nocturno, colocarlo en modo de no molestar para evitar mensajes que llegan en horarios inapropiados.
Otra estrategia es la de fomentar el descanso, después de un tiempo de uso prolongado, para evitar problemas de visión y posturales. Estas dos estrategias se pueden resumir en ser conscientes del uso del móvil, prestando atención a las necesidades de nuestro cuerpo y mente.
Es cada vez más frecuente encontrar en restaurantes y en otros sitios de esparcimiento a las personas revisando su celular mientras comen o esperan por el servicio. Es un buen momento para dejar de lado al equipo y concentrarse en la actividad grupal.
En conclusión, el bienestar digital es importante en la vida cotidiana, y el uso saludable del celular es un aspecto clave para lograrlo. Es importante tomar medidas para evitar el uso excesivo del celular, establecer límites en el tiempo de uso, y fomentar el uso consciente y priorizado de esta herramienta tecnológica.
