Por Borja Ilián
Ciudad de México, 16 sep (EFE).- La corrida estilo charro para celebrar la Independencia de México, primera del serial ‘Celebra tu pasión’ en la Plaza Monumental de México, fue suspendida este lunes tras la muerte del cuarto de la tarde debido a la fuerte tormenta que cayó sobre la capital mexicana.
Los toreros mexicanos Pepe Murillo, Juan Luis Silis, Angelino de Arriaga, Luis Ignacio Escobedo, que confirmaba la alternativa, y Juan Pedro Llaguno, más el rejoneador Cuauhtémoc Ayala, no lograron trofeos. Se lidiaron reses de San Marcos de buenas hechuras y encastados pero con evidente falta de años.
El mexicano Murillo sufrió dos fuertes cornadas.
Menos de un cuarto de entrada convocó la corrida de vestimenta charra. Lo sucedido en el ruedo convalidó la decisión de los que no asistieron a tan festivalera propuesta.
Los caprichos del clima dieron la puntilla a una tarde que debía ser oportunidad para diestros poco habituales en la Monumental. Aún así la emoción hizo acto de presencia cuando la tormenta arreciaba.
Fue en el regreso, tras siete años, de Pepe Murillo a La México. Su vuelta terminó de manera dramática pues fue cogido dos veces entrando a matar.
Antes se estrelló contra la casta del San Marcos en una faena condicionada por el viento y la lluvia. Puso valor el de Jalisco. Se ciñó al animal en unos naturales ayudados al final de la faena logrando mandar el viaje del San Marcos.
Confirmaba Luis Ignacio Escobedo y lo hizo con un San Marcos de evidente falta de edad que se dañó el pitón izquierdo en el peto. El juez no lo devolvió a corrales por lo que se escucharon justificadas protestas durante toda la lidia del segundo del encierro.
Fue una confirmación para el olvido la de Escobedo. Entre truenos, pitos, un rival mermado y vestimentas heterodoxas, pero salvó la honra con una estocada desprendida pero de buena trayectoria que liquidó al animal.
Abrió plaza el rejoneador Cuauthemoc Ayala. Monta plagada de errores la del caballero. El equino fue varias veces tocado por los pitones. Mal también con el rejón de muerte.
El capitalino Juan Luis Silis toreó bajo una fuerte tormenta. Lo intentó a media altura con temple y hacia dentro.
Si bien todo lo hizo ofreciendo el extremo opuesto de la tela, tuvo el indiscutible mérito de mantener el transcurso de la lidia en el mismo terreno. El riesgo de dejar al astado suelto era terminar hundido en las partes más embarradas del albero. Escuchó un aviso y con el descabello pasaportó al toro.
Tras caer el toro, la megafonía anunció la suspensión de la corrida estilo charro a la que pocos encontraron justificación y que el clima sentenció. La decisión dejó sin salir al ruedo a Angelino de Arriaga y Juan Pedro Llaguno. EFE
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