Por Redacción Panorama Económico
A partir del viernes París quedó huérfana de uno de los elementos más polémicos de sus calles: los patinetes eléctricos de servicio municipal. Necesarios para una movilidad sostenible para unos, molestos y peligrosos para otros, desde el viernes ya no se prestará ese servicio, aunque sí podrán circular los particulares o de alquiler, según informes de El Mundo y la agencia AFP.
Así lo decidieron en un referéndum el pasado mes de abril los propios parisinos. La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, ha prometido que, para compensar, habrá más carriles bici y bicicletas municipales.
En la capital francesa, la primera en Europa en eliminar estos vehículos motorizados de servicio público. En París circulaban 15.000 patinetes de libre servicio, pero el acuerdo con las compañías que lo prestaban expiraba ahora. La pasada primavera, Hidalgo decidió someter su continuidad a consulta popular. Frente a sus ventajas (es un medio de transporte ecológico y accesible), están las desventajas: se han disparado los accidentes y la gente dejaba los patinetes tirados en la calle, entorpeciendo así a los peatones.
El 4 de abril se votó y el 90% lo hizo a favor de que desaparecieran, aunque a las urnas acudió menos del 8% el censo. A partir de ahora sí podrán seguir circulando los particulares y los de alquiler, aunque «se pierde la flexibilidad que daban los de libre servicio, era divertido y fácil, pero siempre nos quedará la bici», bromea Marianne, una joven usuaria, en un café de Belleville, en el distrito XX de la capital.
«Son peligrosos, a mí casi me atropellan varias veces. Los peatones estaremos más tranquilos», añade Cyril, un jubilado, en la mesa de al lado, donde el tema ha creado debate.
Este servicio se puso en marcha en 2018 para promover una movilidad más verde: evitar el coche y dar opciones a quienes no quieren padecer los problemas del transporte público (retrasos y trenes a tope, incluso fuera de hora punta).
El mal uso que algunos han hecho de estos vehículos los ha puesto en cuestión. El año pasado murieron tres personas y más de 450 resultaron heridas en accidentes en los que estaban implicados los patinetes eléctricos.
Exceso de velocidad, los que circulaban con dos personas o por las aceras, los que se aparcaban en mitad de la misma o en sitios no permitidos… Estos vehículos no se sometían a ninguna regulación, circulaban con anarquía y cada vez tenían más detractores. La alcaldesa de París era partidaria de retirarlos, pero prefirió convocar la consulta popular, para que fueran los ciudadanos los que decidiesen sobre su futuro.
Cinco meses después de la votación, las compañías encargadas de dar este servicio (Lime, Tier y Dott) han retirado los eléctricos de manera progresiva durante este mes de agosto. Los usaban unas 400.000 personas, según sus cifras. Algunos de estos aparatos se han enviado a otras ciudades francesas y otros países, según han explicado estas compañías a la agencia AFP.