Río de Janeiro, 3 oct (EFE).- Los ministros de Medio Ambiente de los países del G20, en una amplia y ambiciosa declaración que alcanzó consenso tras un largo período de divergencias, reconocieron este jueves la urgencia del combate a los cambios climáticos y se comprometieron con una convención de la ONU para combatir la contaminación con plástico.
Además de anunciar su pleno respaldo a la total implementación de las tres convenciones ya existentes (biodiversidad, cambios climáticos y desertificación), las veinte mayores economías del mundo anunciaron su compromiso para sacar adelante una nueva, destinada a combatir la contaminación por plásticos, incluso en los océanos.
Los compromisos fueron asumidos en una declaración divulgada tras las reuniones que los ministros de Medio Ambiente y de Clima de los países del G20 tuvieron esta semana en Río de Janeiro y serán presentados a consideración en la Cumbre que el grupo tendrá el 18 y el 19 de noviembre también en esta ciudad brasileña.
El grupo destacó la necesidad de adoptar medidas urgentes para abordar las crisis y los desafíos que plantean el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, la degradación de los océanos y de las tierras, la sequía y la contaminación.
«Estamos cada vez más comprometidos a abordar las crisis y los desafíos antes mencionados dado el hecho irrefutable de que los impactos del cambio climático ya se están sintiendo en todo el mundo, afectando de manera más severa a las regiones y países vulnerables, con inundaciones sin precedentes, sequías extremas, olas de calor superiores a la media y otros eventos para los que aún no estamos completamente preparados para enfrentar», afirmaron.
Según el G20, «las pérdidas humanas y ambientales en todo el mundo dejan en claro la necesidad urgente de tomar mayores medidas para responder a la nueva realidad global».
El G20 afirmó que su responsabilidad es mayor por responder no solo por el 80 % del producto interior bruto (PIB) mundial y el 80 % de la población mundial, sino también por cerca del 80 % de las emisiones contaminantes y por el 75% de la generación de desechos.
«Si las economías responsables por el 80 % de los recursos financieros del mundo hacemos nuestra tarea, con seguridad estaremos dando una gran contribución al desafío que está sobre la mesa, que es evitar que la temperatura de la tierra aumente otros 1,5 grados centígrados», afirmó la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, en una rueda de prensa.
Los ministros se dijeron decididos a elevar su participación en las próximas reuniones ambientales multilaterales, especialmente en las responsables por la implementación de las convenciones de la ONU, así como a participar activamente en la negociación para el desarrollo de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos.
«Reconocemos la necesidad de intensificar nuestros esfuerzos colectivos para poner fin a la contaminación plástica y nos comprometemos a trabajar juntos con la ambición de concluir para fines de 2024 las negociaciones de un instrumento internacional jurídicamente vinculante ambicioso, justo y transparente sobre la contaminación plástica, incluso en el medio marino», dijeron.
Igualmente se comprometieron a impulsar la entrada en vigor lo antes posible del Acuerdo de la ONU sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas más allá de la jurisdicción nacional.
En el documento los países del G20 también asumieron compromisos en tres capítulos específicos: la preservación de los océanos, los mecanismos para pagar por los servicios ecosistémicos (financiar a los países que preservan) y la mejoría en la gestión de los recursos para impulsar una economía circular.
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