El crucero boutique de Alma Cruceros zarpa de Gran Canaria con la gastronomía en el centro

Las Palmas de Gran Canaria, 18 abr (EFE).- Elisardo Sánchez había viajado en alguna ocasión en cruceros, y de ellos le enamoraba su concepto de vacaciones. Ese fue el germen de Alma Cruceros, que este viernes zarpa con el viaje inaugural del ‘Ocean Victory’, el primer crucero boutique de España con la gastronomía en el centro de la experiencia.

El presidente de Alma Cruceros, de origen malagueño, y su equipo, estaban convencidos de la idea y el concepto, que se centra en ofrecer «una experiencia memorable» que hoy se hace realidad desde la bocana del Muelle Santa Catalina del Puerto de Las Palmas.

A bordo del viaje inaugural de este buque de 8.181 toneladas de registro y unos 8.000 metros cuadrados de superficie, viajan 184 pasajeros y 110 miembros de la tripulación, que serán los primeros en estrenar este modelo de negocio, que reúne en su cocina un total de 15 Estrellas Michelin y que, por el momento, es único en el mundo.

España es «el segundo destino en turismo del mundo», lo que confirma, ha asegurado Sánchez, que «gusta mucho», por lo que en el ‘Ocean Victory’ se pone en valor «el encanto español para los amantes de nuestra cultura». La idea nació en 2018, y ha ido fraguándose a fuego lento en estos siete años de trabajo, con unas directrices muy claras a las que Sánchez no pensaba renunciar.

El papel de la gastronomía en Alma Cruceros

Para el presidente de Alma Cruceros, la gastronomía era una de las claves del proyecto, por lo que poder sumar a Martín Berasategui (12 Estrellas Michelin) y Paolo Casagrande (3 Estrellas Michelin) fue toda una explosión de ilusión para la compañía.

Berasategui se unió contagiado de esta ilusión, y afrontando así un nuevo hito en su carrera al ‘embarcarse’ por primera vez en los cruceros con una carta creada para la ocasión que reúne toda su experiencia para «sorprender» al comensal.

El chef de San Sebastián ha creado una propuesta con distintas opciones para los clientes pero, sobretodo, con esos 50 años de profesión, inspirado en «la amistad, la familia, el camino de la pasión y una vida que está siempre llena de proyectos».

En los cinco restaurante a bordo, ha podido materializar su idea de cocina, que se alimenta de «seguir contagiando e ilusionando, transmitiendo un montón de cosas para un gran proyecto, que es único y para mí especial».

Un hotel boutique marino

Alma Cruceros y el ‘Ocean Victory’ buscan llevar el hotel boutique al mar, con una atención en español, un servicio al detalle, y donde el lujo es la experiencia, medida al milímetro para cada pasajero.

Con 94 cabinas, el crucero busca «tender un puente entre continentes y unir las culturas hispanas a los dos lados del Atlántico», en un barco con gimnasio completo, teatro con espectáculos todas las noches, artistas con música en vivo en diferentes espacios, cabina de masaje y spa, sala de juegos, bar, tres terrazas, piscina infinity y una plataforma de 150 metros que se despliega para que sus pasajeros puedan bañarse en el mar.

En Alma Cruceros «todo está incluido, sin sorpresas», ha detallado Elisardo Sánchez, con un servicio personalizado basado en la diferenciación y que se mueve entre «el crucero y el yate», apostando por «mucha zona exterior, una gastronomía fantástica y una filosofía honesta, que ofrece mucho en relación calidad-precio».

Diseño y sostenibilidad en su ruta

El trabajo de este nuevo concepto durante siete años incluía encontrar el barco perfecto, de fabricación china y con maquinaría y tecnología europea, en el que prima la eficiencia, pese a lo complicado de encontrar ese buque que cumpliera todos los requisitos.

El ‘Ocean Victory’ tiene un diseño hidrodinámico y aerodinámico favorable con menos resistencia al agua y al aire, que optimiza la navegación y consume un 60 % menos que un barco con las mismas características. Tiene motores híbridos eléctricos, su propio sistema de filtración de agua de mar para el consumo, no usa envases de plástico y tiene un diseño con mucha estabilidad.

Partirá desde el muelle de la capital grancanaria para ir a Puerto del Rosario, en Fuerteventura, y luego tomar rumbo los próximos ocho días hacia Agadir, Rabat, Tánger (Marruecos), Ceuta y llegar finalmente a Málaga.

«La idea de Alma Cruceros es navegar con alma, desconectar por completo, con una experiencia sensorial única que nace en el mar», y que es «cercana, íntima, exclusiva y hecha a medida». Porque para Elisardo Sánchez, el verdadero lujo es ese. EFE

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