Bari (Italia), 14 jun (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, saludó afectuosamente al papa Francisco al encontrarse en la última jornada de la cumbre del G7 en la región italiana de Apulia (sur) y apoyó su frente brevemente sobre la del pontífice.
Biden, segundo presiente católico de Estados Unidos después de John Fitzgerald Kennedy, fue a buscar al papa mientras este se desplazaba por la sala entre el resto de líderes sobre la silla de ruedas que usa por sus conocidos problemas de movilidad.
En ese momento, Biden se acercó al pontífice y acercó su cabeza hasta juntar su frente. Se trató de «un encuentro cálido», según explicó a la prensa un funcionario estadounidense después.
Posteriormente ambos se reunieron en privado al margen de la cumbre del G7, en un encuentro de gran significado para el presidente estadounidense, que acude a misa todas las semanas y ha hablado frecuentemente sobre la importancia de la fe católica para su vida.
El encuentro se produjo a puerta cerrada en una de las salas del hotel de lujo ‘Borgo Egnazia’, en la región italiana de Apulia, después de que el pontífice hiciera historia al convertirse en el primero en asistir a una cumbre del Grupo de los Siete, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, además de la Unión Europea (UE).
Antes de la reunión, un alto funcionario estadounidense adelantó a la prensa que Biden tenía previsto abordar con el pontífice la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, la lucha contra el cambio climático y el uso de la inteligencia artificial (IA), tema sobre el que el pontífice ofreció un discurso en este segundo día de la cumbre.
Específicamente sobre Ucrania, ese funcionario indicó que ambos hablaría sobre el trabajo que ha realizado el cardenal Matteo Zuppi para que puedan volver a su país los niños ucranianos que han sido deportados forzosamente a Rusia y separados de sus familias.
También indicó esa fuente que hablarán sobre la conferencia de paz que se celebrará en Suiza el 15 y 16 de junio, a la que el Vaticano enviará al cardenal Zuppi, enviado del papa para la paz en Ucrania, y Estados Unidos a la vicepresidenta, Kamala Harris.
La última vez que ambos se vieron fue en octubre de 2021 en el Vaticano. Tras ese encuentro, que duró 75 minutos, Biden consideró que la compasión y la defensa de los pobres que ejerce diariamente el papa Francisco sirve de «estrella polar» para el mundo.
El encuentro de este viernes se produce pocos días después de que un jurado de Wilmington (Delaware) declarara a su hijo, Hunter Biden, culpable de los tres cargos que se le imputaban por la compra y posesión ilegal de un arma de fuego, algo que habría ocurrido cuando supuestamente estaba consumiendo crack.
Biden frecuentemente ha hablado de la importancia que la fe católica ha jugado en su vida y su familia, especialmente tras la pérdida de su primera esposa Neilia Hunter y su hija de un año, Naomi, en un accidente de tráfico en 1972 y, después en 2015 cuando perdió a su hijo Beau por un cáncer cerebral.
El papa, de 87 años, tiene en agenda otros nueve encuentros este viernes con líderes mundiales y ya se reunió, entre otros, con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski.