Washington, 23 may (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó este viernes al gigante tecnológico Apple con gravar sus productos con un arancel del 25 % si la empresa no relocaliza operaciones y comienza a fabricarlos en suelo estadounidense.
«Hace tiempo que informé a (el director ejecutivo) Tim Cook de Apple que espero que los iPhones que se vendan en Estados Unidos se fabriquen y ensamblen en Estados Unidos, no en India ni en ningún otro lugar», escribió hoy Trump en su red social Truth Social.
«De no ser así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25 % a EE. UU.», añade el breve texto publicado por el mandatario.
El mensaje del presidente estadounidense ha tenido un efecto inmediato en la cotización de la empresa con sede en Cupertino, California, con caídas de más del 3 % de sus acciones en las operaciones electrónicas previas a la apertura de la bolsa en Nueva York.
Apple anunció en febrero, poco más de un mes después de que Trump retornara al poder, una inversión de 500.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cuatro años para establecer manufacturas de servidores o productos de silicio de cara a contentar al neoyorquino, enzarzado en una guerra comercial global para que grandes empresas de sectores estratégicos retornen sus operaciones a Estados Unidos.
Desde entonces Trump había alabado ese compromiso de Apple en repetidas ocasiones.
Los populares productos del gigante tecnológico, que tiene en EE.UU. su principal mercado gracias principalmente a la venta de teléfonos, han copado el foco en los últimos meses ante la posibilidad de que Trump les aplique un arancel que mermaría sus ventas y que podría resultar muy impopular entre los estadounidenses.
Apple informó a principios de mayo que si los aranceles impulsados por Trump se mantienen en el nivel actual, la compañía sufrirá un impacto de unos 900 millones de dólares en costos para la empresa el próximo trimestre.
El mensaje intimidante de Trump contra Apple llega el mismo día en que el presidente estadounidense ha amenazado a la Unión Europea con imponer a todos sus productos un arancel directo del 50 % a partir de junio al asegurar que las conversaciones con Bruselas «no están yendo a ningún lado».