▪️Los comités de cuencas hidrográficas a nivel nacional, se establecen a través de La Ley 44 de 5 de agosto de 2002 y se reglamentan mediante el Decreto Ejecutivo 479 de 23 de abril de 2013.
Por: Redacción – Panorama Económico
Ciudad de Panamá. – Con el objetivo de mejorar la gestión integrada y sostenible de las cuencas urbanas, las políticas que promuevan la conservación de las fuentes hídricas y teniendo como factor clave la participación comunitaria, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) gestiona la creación de los comités de subcuencas de los ríos Matasnillo, Matías Hernández y Río Abajo, pertenecientes a la cuenca hidrográfica ríos entre Caimito y Juan Díaz.
Con esta iniciativa se tiene a bien conformar tres comités en alianza con las direcciones de Gestión Ambiental de las Alcaldías de Panamá y San Miguelito, debido a su respaldo estratégico como autoridades locales para contribuir al rescate de estos ríos que convergen en estos distritos.
Karima Lince, directora de Seguridad Hídrica de MiAMBIENTE manifestó que la creación de estos comités de estas subcuencas urbanas es parte de los esfuerzos de la entidad para promover la participación comunitaria en la protección y recuperación de los cuerpos de agua en el país, asegurando un uso adecuado y sostenible.
“Estos comités juegan un papel fundamental en la gestión y protección de estas unidades administrativas territoriales, están integrados por actores clave del sector público y privado, así como por miembros de la sociedad civil, quienes, a través de estas organizaciones comunitarias, podrán implementar medidas integrales de gestión ambiental y restauración ecológica, sumado a campañas para fortalecer la conciencia ambiental», reafirmó Lince.
Datos interesantes:
Los ríos Matasnillo, Río Abajo, y Matías Hernández, están en un estado crítico debido a altos niveles de contaminación.
Estos ríos se encuentran entre los más contaminados del país, afectados principalmente por desechos sólidos, efluentes industriales y aguas residuales no tratadas. Esta situación es especialmente grave en sus subcuencas urbanas, donde la alta densidad poblacional y la falta de infraestructura adecuada para la gestión de aguas residuales agravan la contaminación.
