Ya se encuentran en suelo panameño los rescatistas de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) USAR, que llenos de valor, coraje y a través de un gesto humanitario, brindaron apoyo en Turquía para la búsqueda y rescate de sobrevivientes del terremoto y réplica del pasado 6 de febrero que sacudieron 11 provincias del sureste de ese país, con magnitudes 7,7 y 7,6 grados respectivamente.
Los rescatistas panameños que viajaron a Turquía el pasado 10 de febrero, fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional de Tocumen la noche de este viernes 24, por la Primera Dama de la República Yazmín Colón de Cortizo y por el ministro de Gobierno, Roger Tejada.
En nombre del Gobierno Nacional y del presidente de la República Laurentino Cortizo Cohen, la Primera Dama y el ministro Tejada, recibieron con gran orgullo en suelo patrio, a los rescatistas panameños, que arriesgaron sus vidas en Turquía durante las difíciles jornadas para salvar vidas y agradecieron su esfuerzo y gran gesto de solidaridad.
Inicialmente los rescatistas panameños, fueron desplazados al sureste del país, epicentro del terremoto, específicamente a CahRamanMaras una de las provincias más destruida por el terremoto, donde formaron parte de una operación coordinada junto a rescatistas de diferentes países, en los esfuerzos internacionales de búsqueda, rescate y salvamento de sobrevivientes.
El equipo USAR (por sus siglas en inglés, Urban Search and Rescue) integrado conformado por miembros del Servicio Nacional Aeronaval, el Servicio Nacional de Fronteras, Cuerpo de Bomberos, Caja de Seguro Social, Cruz Roja Panameña, Policía Nacional y nueve rescatistas del Sistema Nacional de Protección Civil, posteriormente fue trasladado a la provincia de Hatay, para continuar las labores de rescate.
En esta labor de los rescatistas panameños también participaron dos canes especializados en búsqueda de personas en estructuras colapsadas y sus respectivos guías.
Las autoridades turcas estiman que el número de muertos por los terremotos, ha subido hasta 43.556 personas, y 600.000 viviendas fueron destruidas, al igual que unos 150.000 locales comerciales