Petro visitará Panamá para hablar de migración y proyectos como la interconexión eléctrica

Ciudad de Panamá, 20 mar (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, recibirá a su colega de Colombia, Gustavo Petro, para revisar temas de la agenda bilateral, como la crisis migratoria, la interconexión eléctrica o la cooperación en seguridad, que es «muy buena», anunció este jueves el gobernante panameño.

«El otro viernes», en aparente alusión al 28 de marzo, Petro realizará «una visita oficial a Panamá de un día, y toda la mañana del viernes tendremos reunión bilateral», informó Mulino durante su conferencia de prensa semanal.

El jefe de Estado mencionó que la interconexión eléctrica, un proyecto de 800 millones de dólares que tiene años intentando avanzar, será uno de los temas que planteará a su homólogo colombiano.

«El tema de electricidad para nosotros es importante y parte de lo que pienso plantearle al presidente Petro en su visita el otro viernes a Panamá. A mi me interesa la interconexión con Colombia, me interesa mucho», reafirmó.

Los Gobierno de Panamá y Colombia expresaron el pasado diciembre su voluntad política de revivir la interconexión que ambos países se plantearon en 2009 como una línea de cerca de 500 kilómetros y de 400 megavatios de potencia, pero que no ha logrado concretarse.

Mulino expresó este jueves que está «seguro» de que el tema del flujo migratorio inverso, de Norte a Sur tras la imposibilidad de entrar a Estados Unidos, también será parte de las conversaciones con Petro, dado que sus países comparten la peligrosa selva del Darién, que cruzaron centenares de miles de personas en los últimos años en su viaje irregular hacia Norteamérica.

El migratorio es un tema «de alto impacto y de importancia mutua» para Panamá y Colombia, un país con el que hay «muy buena cooperación en este momento de nuestros organismos de seguridad con los organismos de seguridad de Colombia».

«Son muy buenas las relaciones, lo cual es fabuloso porque es nuestro vecino y tenemos que trabajar 24-7 ambos países y la coordinación de las entidades gubernamentales», añadió.

Un flujo migratorio inverso manejable

En cuanto al flujo migratorio inverso, Mulino confesó que para su «sorpresa» los números actuales demuestran que este no se ha convertido en un «problema logístico» ni en un «gran número».

«En lo que va del año, se han manejado 4.091 migrantes retornando del Norte al Sur, dividido en 216 en enero, 1.910 en febrero y lo que va de marzo 1.457. Eso no es todo junto, van de chorrito en chorrito», a los que se les está dando «su tránsito rápido hacia el exterior», precisó el jefe de Estado panameño.

Mulino reiteró que las estaciones migratorias en la provincia del Darién se están desmantelando dada la caída del 98 % en el flujo migratorio hacia el Norte.

La operación migratoria en el Darién comenzó en 2016, durante la primera crisis debido al paso ese año de 30.055 cubanos con rumbo a Estados Unidos, según el Servicio Nacional de Migración de Panamá.

Las cifras estallaron a partir de 2021 con 133.726 migrantes irregulares llegando a la provincia selvática panameña, 248.284 en 2022 y 520.000 en 2023.

En 2024 el flujo cayó a 300.000 migrantes, lo que se atribuyó al cierre de caminos en la selva por parte del Gobierno de Mulino y al temor por el endurecimiento de la política migratoria de EE.UU. si vencía Donald Trump en las elecciones, como finalmente ocurrió.

La crisis migratoria por el Darién de los últimos años la protagonizaron los venezolanos, que representaron más del 85 % del flujo a través de la selva.

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