El gobierno de Panamá a través de la ministra de Desarrollo Social (MIDES) y presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA), María Inés Castillo, participó en el panel Violencia y Derechos, durante el V Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Rurales que se celebra en la ciudad de Coyhaique, Chile, donde destacó la importancia de trabajar a favor del fortalecimiento de las capacidades sociales y productivas de las mujeres panameñas rurales en toda la región.
Este encuentro es organizado por la Red de Mujeres Rurales de América Latina y El Caribe (REDLAC) y se realiza con el objetivo de lograr la inclusión y visibilidad de las organizaciones de mujeres rurales de Latinoamérica y el Caribe.
Durante su intervención en el panel, la ministra Castillo reiteró el compromiso que se tiene de reivindicar los derechos de las mujeres rurales; de abordarlas en su diversidad y, con base en ello, fortalecer programas de apoyo que respondan a sus necesidades como mujeres productoras, como jefas de sus hogares y como líderes de sus comunidades.
En tal sentido, mencionó algunas de las acciones que se están implementando a nivel regional, destacando entre ellas la creación de Mesa de Mujeres Rurales, con el objetivo de formalizar un espacio de interlocución entre mujeres rurales de la región y las autoridades e instancias nacionales y regionales, con el fin de incorporar los derechos, perspectivas y preocupaciones de las mujeres rurales en los programas de trabajo, acciones de incidencia y negociación política de la CIM.
A nivel nacional compartió el trabajo realizado desde el MIDES, en el que se ha vinculado los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC), con iniciativas de inclusión productiva, incorporando desde el año 2020 a más de 6,000 mujeres beneficiarias, de 115 corregimientos del país.
“Hemos fortalecido las capacidades sociales y productivas de ellas y sus familias a través de proyectos agropecuarios, entrega de activos, acompañamiento y asistencia técnica, impulsando su seguridad alimentaria, sostenibilidad económica e incorporación de sus familias al desarrollo territorial”, dijo la ministra Castillo.
Para hacer frente a los desafíos del presente, enfatizó que se debe empoderar a las mujeres rurales, mediante reformas orientadas a otorgarles el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad.
“Nuestro trabajo está dirigido a aumentar su liderazgo, visibilidad, productividad y recursos para lograr la igualdad de las mujeres”, aseguró.
En cuanto a la lucha contra la pobreza y la desigualdad, «principal pilar» de la administración del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, la ministra Castillo recalcó el diseño e implementación del Plan Colmena, una política de Estado para el desarrollo integral, social, económico y sostenible.
Agregó que, a través del Plan Colmena, se han generado 195 consultas comunitarias y, actualmente, se implementan más de 7,122 intervenciones locales en respuesta a las prioridades identificadas en los 300 corregimientos con mayor carencia del país, en 63 distritos, según el IPM-C (Índice de Pobreza Multidimensional de Corregimientos).
“En definitiva, hay que reconocer y valorar el trabajo de las mujeres rurales -pagado y no pagado- como contribución a la economía, medio ambiente, al combate de la pobreza y desarrollo sostenible. Empoderar a las mujeres rurales y erradicar todo tipo de violencia contra ellas, es vital para erradicar el hambre y la pobreza, así como para lograr un pleno desarrollo sostenible”, manifestó.
Igualdad de oportunidades
Para la ministra Castillo es imposible pensar en un crecimiento acelerado y desarrollo equitativo sin plantearse la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
“La inclusión en la discusión del desarrollo del tema de género no solo es hoy una necesidad ética, sino económica. Es abundante la evidencia empírica sobre los problemas que plantea la marginación del 50% de la población de la corriente principal del desarrollo y los altos costos de renunciar por lo menos una buena parte del potencial de este recurso humano”, precisó.
En este sentido, comentó que si esta es la realidad general de las mujeres, la que enfrentan las mujeres rurales es todavía más aguda en cuanto a inequidad, acceso a los recursos productivos, invisibilidad y calidad de vida.
“Las mujeres rurales, campesinas, indígenas y agricultoras siguen enfrentando desigualdades estructurales y socioeconómicas que limitan el reconocimiento y la plena valoración de su trabajo reproductivo, productivo y comunitario. Como resultado, las mujeres rurales tienen poca posibilidad de participación y liderazgo en los mecanismos de toma de decisiones, en la ejecución de los programas agrarios o de desarrollo rural, y en los sistemas productivos”, expresó.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura conocida como la FAO, en América Latina y el Caribe 58 millones de mujeres viven en zonas rurales, 17 millones forman parte de la población económicamente activa y 4 millones y medio son productoras agropecuarias.
“Las mujeres rurales juegan un rol central en la movilización comunitaria en temas como la preservación de las tierras, la defensa de los recursos naturales y el cambio climático, con frecuencia a costo de sus propias vidas. Este trabajo de organización comunitaria se suma al trabajo productivo y reproductivo como una triple carga, que con cada vez más frecuencia expone a las mujeres a diversas formas de violencia y represión a las cuales no podemos ser ajenos”, aseveró.
Por último, la ministra Castillo aseguró que es importante seguir trabajando para reivindicar los derechos de las mujeres rurales, luchar para la erradicación de todo tipo de violencia y garantizar que estas puedan lograr una plena participación y desarrollarse.
En el V Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Rurales participa una delegación de mujeres rurales lideresas panameñas integrada por: Idalides Calderón, Milva Mendoza, Rosa González, Bernardina Marciaga, Guillermina Montilla, Dianeth Samaniego, Berta González, Beatriz Ovalle, Rosalina Garabato y Paula Serrán.
