Redacción – Panorama Económico
Panamá. – Sonia Montezuma caminó por horas hasta llegar a la comunidad de Cascabel, en la comarca Ngöbe Buglé. Allí no solo recibiría el pago del Bono Alimenticio Nutricional de SENAPAN, perteneciente a los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC), sino que, por primera vez, tendría la oportunidad de dirigirse a altas autoridades gubernamentales para exponer las necesidades de su comunidad.
Esta madre de 37 años y con cuatro hijos no tuvo la oportunidad de educarse por la falta de una escuela en su comunidad. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para que aprendiera a leer y escribir con la ayuda de un maestro voluntario.
Esa mañana, Sonia se levantó muy temprano para emprender su viaje. Tres horas de caminata separaban su comunidad, Virolí, de Cascabel, donde recibiría el Bono Alimenticio Nutricional, un apoyo vital para ella y su familia.
Con una mochila ligera pero llena de esperanza, Sonia calzó sus sandalias y salió de su casa. El sendero hacia Cascabel serpentea a través de un paisaje hermoso pero desafiante, una realidad compartida por cerca de 26,900 beneficiarios durante los períodos de pagos de los PTMC, de los cuales el 83.69 % son mujeres.
En esta ocasión, Sonia se había preparado para dialogar con la directora de Inclusión y Desarrollo Social (DIDS), Magalis Araúz, y la ministra de Desarrollo Social (MIDES), Beatriz Carles. Sonia no solo habló por ella misma, sino por toda una comunidad que demanda mayor atención en salud, educación y capacitación en emprendimiento.
En este sentido, el MIDES, bajo la administración de la ministra Beatriz Carles, ha firmado acuerdos de colaboración con el Ministerio de Salud (MINSA), el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) y el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (IPACOOP) para llevar ferias de salud, alimentos y capacitaciones en cooperativismo a los puntos de pago en áreas de difícil acceso.
Sonia es un ejemplo de superación para las mujeres en áreas indígenas. Aunque no tuvo la oportunidad de estudiar debido a la falta de una escuela en su comunidad, aprendió a leer y escribir a los 9 años, gracias al esfuerzo de un maestro voluntario y su propio interés.
Ella relató que, para llegar a la escuela más cercana, ubicada en la comunidad de Llano Culantro, debía caminar cuatro horas durante el verano. En invierno, el tiempo de viaje aumentaba debido a los ríos crecidos y la falta de un puente que facilitara el cruce.
A pesar de estas dificultades, Sonia aprovechó al máximo la única oportunidad que tuvo y, en un año, adquirió las habilidades básicas que marcaron su vida.
Sonia asegura que el Bono Alimenticio Nutricional de SENAPAN ha sido un gran apoyo para ella y sus hijos, permitiéndole además adquirir productos para vender y generar ingresos adicionales que impulsen la educación de sus hijos.
Hoy en día, su comunidad cuenta con una escuela modular, lo que garantiza que sus hijos y otros niños tengan acceso a la educación y puedan aspirar a un mejor futuro.
Para la ministra de Desarrollo Social, Beatriz Carles, visitar las áreas de difícil acceso permite visibilizar las realidades que enfrentan las comunidades más vulnerables. Además, reiteró el compromiso del MIDES de impulsar políticas públicas que generen igualdad de oportunidades para los beneficiarios.
Según un informe reciente, el 68.80 % de los beneficiarios de los PTMC, como “120 a los 65”, “Red de Oportunidades”, “Ángel Guardián” y el “Bono Alimenticio Nutricional de SENAPAN”, son mujeres. Muchas de ellas provienen de áreas rurales, comunidades indígenas y sectores marginados.
En la comarca Ngöbe Buglé, uno de los territorios con mayor número de beneficiarios (27,489 personas, de las cuales 23,359 son mujeres), se realiza un desembolso de 5,586,060 balboas.
Este apoyo reafirma el compromiso del MIDES de garantizar el bienestar social y económico de las poblaciones más vulnerables del país, promoviendo la inclusión y el desarrollo en todas las regiones de Panamá.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.