-clave para el desarrollo cognitivo y físico-
- El consumo diario de leche aporta nutrientes que pueden ayudar a mejorar aspectos como la memoria, la concentración y el rendimiento escolar.
- Además, algunos nutrientes pueden favorecer el mantenimiento normal de la piel, la visión y la función normal del sistema inmunológico.
- Se recomienda consumir dos porciones de lácteos diarios durante esta etapa.
Por: Redacción – Panorama Económico
Panamá. – El consumo de productos lácteos durante la etapa escolar no solo contribuye a una alimentación balanceada, sino que también aporta varios nutrientes claves que juegan un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y físico de los niños.
Según especialistas, incluir leche en la alimentación diaria puede aportar nutrientes que mejoran aspectos como la memoria, la concentración y el rendimiento escolar, lo que resulta crucial para su éxito académico.
Un reciente estudio publicado en el Journal of Nutrition, revela que los niños que consumen leche de vaca presentan un aumento del 28% en su capacidad de aprendizaje en comparación con aquellos que no incluyen este producto en su dieta. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantener un consumo adecuado de productos lácteos en una etapa clave para el crecimiento y la formación.
Francisco Herrera Morales, nutricionista de Productos Nevada, resalta que la leche es uno de los alimentos más completos para los niños en etapa escolar, gracias a su abundante contenido de nutrientes esenciales como hierro, zinc, calcio y vitaminas A y D. Estos componentes son clave para garantizar un crecimiento saludable y fortalecer el cuerpo durante esta importante fase.
«Por ejemplo, la Vitamina A es fundamental para mantener una visión saludable y una piel en buen estado, además de apoyar el metabolismo del hierro y el sistema inmunológico», explica Herrera. «Por otro lado, la Vitamina D es crucial para el mantenimiento de huesos y dientes y facilita la absorción de calcio y fósforo, lo cual también contribuye a mantener niveles óptimos de calcio en la sangre».
La leche es rica en ácido fólico, esencial para regular el sistema inmune, reducir el cansancio y la fatiga. Además, contiene fósforo, un nutriente que ayuda en la producción de energía y en el mantenimiento de huesos y dientes. «La leche no solo aporta hierro, indispensable para el desarrollo cognitivo y el transporte de oxígeno, sino que también es una excelente fuente de proteína, vital para el crecimiento y mantenimiento de la masa muscular», explica Herrera.
El especialista insiste que, durante la etapa escolar, es fundamental que los niños consuman al menos dos porciones de lácteos al día, ajustadas a sus necesidades energéticas individuales. Esta recomendación se basa en la importancia de los lácteos para un desarrollo saludable y un adecuado rendimiento cognitivo.
Un consumo insuficiente o nulo de productos lácteos, combinado con una alimentación inadecuada, podría llevar a deficiencias nutricionales significativas que impactan la salud de los niños y niñas. La falta de lácteos y una alimentación reducida en nutrientes esenciales podría impactar el aporte de calcio, vitamina D y proteínas, dando lugar a problemas como la anemia y retrasos en el desarrollo psicomotor, disminución del rendimiento escolar por bajo consumo de proteína y otros micronutrientes.
Mientras que, la deficiencia de calcio y vitamina D puede contribuir a la osteoporosis en la infancia y aumentar el riesgo de fracturas en el futuro (National Institutes of Health, 2020). La falta de estos nutrientes también se ha asociado con un sistema inmunológico debilitado, lo que incrementa la susceptibilidad a infecciones y enfermedades, puntualiza el nutriólogo.