Redacción – Panorama Económico
Panamá. – Con una multitudinaria movilización que partió del estacionamiento de la Facultad de Humanidades y culminó en la rotonda del Monumento a los Mártires del 9 de enero, la Universidad de Panamá volvió a alzar su voz como referente de lucha y conciencia nacional.
Durante la concentración, el rector de la Universidad de Panamá, Dr. Eduardo Flores Castro, pidió a la Corte Suprema de Justicia que invalide el Memorando de Entendimiento entre Panamá y los Estados Unidos porque viola el Tratado de Neutralidad.

Asimismo, Flores Castro, en representación de la comunidad universitaria, ofreció mediar, a través de la Oficina de Diálogo, para proponer respuestas y soluciones a la crisis de la Caja de Seguro Social.
Se calcula la participación de unos 15 mil universitarios, en la movilización que incluyó manifestaciones en varios centros y extensiones universitarias en todo el país.
Al finalizar la manifestación en la Avenida de los Mártires, el rector expuso un discurso en el que recordó el papel fundamental que ha desempeñado esta casa de estudios en momentos clave de la historia nacional.
“El movimiento universitario ha sido decisivo en las transformaciones del país. En 1964 exigimos la soberanía total del Canal y relaciones diplomáticas con todas las naciones. Hoy, se pretende cuestionar la relación con China solo porque Estados Unidos no la aprueba, pero esa exigencia de soberanía no es nueva, viene desde hace décadas”, expresó.
Flores también rememoró cómo, en 1967, los universitarios rechazaron en las calles el Tratado 3 en 1, que pretendía construir un canal por Darién utilizando explosiones nucleares. “Gracias a esa lucha, ese tratado fue derogado”, afirmó.
El rector destacó que la universidad ha sido constante defensora de la democracia y la autonomía: “En 1968, tras el golpe militar, salimos a las calles y eso nos costó ocho meses de cierre. Pero incluso en las reformas constitucionales impulsadas por los militares, se respetó nuestra autonomía porque sabían su importancia para la nación”.
También mencionó el papel de la Universidad de Panamá como refugio de la sociedad civil durante la cruzada civilista de los años 80, así como su apoyo firme a causas nacionales más recientes: “En 2016 fuimos los primeros en solidarizarnos con La Estrella de Panamá tras ser incluida en la lista Clinton. En 2017 nos opusimos a la reforma catastral; en 2018 salimos contra el alza de la tarifa eléctrica y en 2019 rechazamos cambios constitucionales que pretendían financiar universidades privadas”.
El rector fue enfático al referirse a la actual coyuntura: “En 2023 luchamos contra el contrato minero y exigimos que se declare inconstitucional.
Concluyó con un llamado firme a la dignidad y el compromiso:
“La Universidad de Panamá no es un enemigo del pueblo, es su voz. Somos la voz de los que no tienen voz. No somos delincuentes. Un universitario unido jamás será vencido”.