El viaje sensorial por los estados de la materia de Eva Lootz llega al Reina Sofía

Madrid, 11 jun (EFE).- Un viaje sensorial por los diferentes estados de la materia es lo que ha propuesto a lo largo de su carrera Eva Lootz (Viena, 1940), artista experimental austriaca nacionalizada española, que ahora recoge una retrospectiva en el Museo de Arte Reina Sofía con un centenar de obras.

Entre las obras expuestas en la exposición ‘Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?’, realizada en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y presentada este martes a los medios de comunicación, se encuentran algunas de las 36 obras donadas por Lootz al centro de arte en 2023 y otras procedentes de préstamos de otras colecciones, según han explicado la propia artista, el director del Reina, Manuel Segade y el comisario de la muestra, Fernando López.

La exposición, que permanecerá abierta al público entre el 12 de junio y el 2 de septiembre, reúne pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones, vídeos, series fotográficas y obras sonoras representativas de la trayectoria de esta artista y su trabajo sobre temas muy presentes en la actualidad como son la ecología y la intervención humana en la naturaleza, el feminismo o la psicología del lenguaje, ha indicado el director del Reina Sofía.

Cinco décadas de carrera de Eva Lootz 

Una producción estética de «enorme belleza y profunda en su contenido político», ha destacado Segade sobre la obra de Lootz, llegada a España a finales de los años 60, cuando comenzó a experimentar con diferentes materiales en una etapa que la exposición ha agrupado bajo el título de «papillas elementales».

Desde entonces su trabajo se ha centrado en investigar la materia después de que se dejara de considerarla un «ente inamovible» y siempre a partir de lo que había a su alrededor: «trabajar con lo que uno tiene delante de las narices», ha dicho. Alejándose del lenguaje, buscó reflejar la literalidad de los materiales y hacer visibles sus propiedades.

Empezó a utilizar líquidos aglutinantes como la parafina y de ahí pasó a fundir metales manejables como el plomo y el estaño, hasta llegar al mercurio o interesarse por la minería. «Supongo que en el fondo lo que quería por aquel entonces era derretir el mundo y a la vez cocinarlo de nuevo», confesó. 

Variedad material  

A partir de la omnipresencia de las pantallas y de la sobrexposición de imágenes que en su opinión provoca «un nueva ceguera de la visualidad contemporánes», Lootz propone en un montaje una sala blanca con el suelo cubierto de arena de mármol que el visitante puede atravesar en un paso de madera y donde «cierra» el abanico de colores al blanco, el negro y el beige. 

La muestra exhibe también medio centenar de dibujos sobre la gestión del agua y la relación de los ciudadanos con los ríos y los recursos hídricos, además de escultoras 3D, así como numerosas fotos en blanco y negro con escenas teatrales. 

La agonía de las lenguas  

La lengua es también un tema recurrente en su trabajo y vuelve a esta exposición con su instalación ‘La lengua de los pájaros’, una pieza sonora que utilizó en su muestra ‘Ornitofonías en Valsaín’ que estrenó en 2001. En ‘La agonía de las lenguas’ hace también un llamamiento a la pervivencia de lenguas que se están perdiendo, como supone el hecho de que sólo en América Latina hay 773 lenguas en peligro de extinción. Se trata de una exposición «entre el fuego y el agua» y con el «advenimiento de un nuevo concepto de la materia». Porque, ha explicado el comisario, la materia ya ni es concebida como una realidad existente sino que es a priori un encuentro». EFE

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