Buenos Aires, 16 sep (EFE).- El proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el Ejecutivo de Javier Milei prevé que el país emita nueva deuda solamente para pagar los vencimientos de capital, en tanto no fija una fecha para levantar las restricciones a la entrada y salida de capitales.
«El pago de la deuda, del capital de la deuda, se va a ir repagando con nuevas emisiones de deuda», dijo el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, al canal LN+, tras el discurso de Milei en el Congreso el domingo a la noche.
«Lo que sí vamos a ir pagando completo, con recursos generados a través de la recaudación impositiva, son los intereses de la deuda», agregó.
Argentina tiene cerrados los mercados de deuda, con un riesgo país que este lunes bajó a 1.360 puntos básicos, tras la convicción que mostró el libertario de mantener el equilibrio fiscal sin importar el contexto macroeconómico, pero se mantiene en niveles que impiden al país suramericano colocar bonos a tasas razonables.
El Gobierno de Milei apuesta mejorar el perfil crediticio del país y que se reduzca el riesgo país para recuperar el acceso a los mercados internacionales, en un año en que los vencimientos de deuda bruta en moneda extranjera ascienden a 19.779 millones de dólares en capital y 8.947 millones de dólares en intereses, según detalló la secretaría de Finanzas al primer trimestre.
Argentina tiene una deuda de más de 42.963 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, y busca negociar otro programa que incluya nuevos fondos para reforzar las reservas internacionales y poder levantar las restricciones cambiarias.
«Sin decirlo, (Milei) nos dijo que no sabe cuándo habrá nuevo programa con el Fondo. Por eso, en vez de metas trimestrales, nos anunció una función de reacción de política fiscal», describió el economista Guillermo Mondino en su cuenta de X, donde agregó que «la regla fiscal puede ayudar a anclar expectativas si es creíble. Es decir si es consistente y sostenible política y socialmente».
El mandatario ultraliberal presentó un Presupuesto que «blinda el resultado fiscal sea cual sea el escenario económico», con una metodología que, dijo, logra tres objetivos: «garantizar el equilibrio fiscal» y «obligar al Estado» a absorber el costo de eventuales recesiones y a «devolver» el exceso de recaudación a través de la baja de impuestos en los períodos de abundancia.
«En la medida que nosotros podamos ir cumpliendo con la situación de equilibrio financiero, como estamos haciendo claramente este año (superávit fiscal de 0,4 % del PIB en los primeros siete meses del año), el riesgo país tiene que ir bajando», anticipó Guberman.
El secretario agregó que mantiene esa previsión aún sin abandonar las fuertes restricciones para ingresar y retirar capitales de Argentina o acceder al mercado oficial de cambios, conocidas como ‘cepo cambiario’ y que resultan una de las trabas para que el país reciba inversiones.
Además, explicó que la intención del Gobierno en el nuevo Presupuesto es que estas restricciones «no» estén vigentes «todo el año» 2025, aunque aclaró que «no hay una fecha puntual» para erradicarlas sino que se levantaran cuando «estén dadas las condiciones para hacerlo» y «sobre todo» cuando esté «la certeza» de que no se tendrá que «revertir» la decisión.
El proyecto de Presupuesto -que prevé un crecimiento del 5 % del PIB y una desaceleración de la inflación a un 18,3 % interanual a diciembre del año próximo- deberá ahora debatirse en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.