Por Cynthia Sánchez – Panorama Económico
La dirigencia sindical y la cúpula empresarial se encuentran enfrascados por lograr espacios en la Mesa Única del Diálogo Nacional por Panamá que se reanuda mañana jueves 6 de octubre para discutir temas que aquejan a la sociedad panameña conjuntamente con el gobierno, tras el estallido social en julio ante la inflación en el país.
El secretario general del Sindicato Único de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez, denunció que “hemos sido testigos de una campaña de odio, mentiras y engaños que podíamos calificar incluso de terrorismo mediático de los gremios patronales en función de la segunda etapa” del Diálogo Nacional.
“Han sido invitados (empresarios) a esta segunda fase en igual de condiciones que el resto de los representantes o actores sociales que estamos en la mesa con ocho representantes, suplentes y sus equipos de trabajo. Desgraciadamente piensan ellos que son dueños de todo este país y puedan dar las ordenes”, manifestó Méndez.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Rubén Castillo, señaló en la cuenta de Instagram de la agrupación que “El CoNEP anunció que no participará en la segunda fase del Diálogo, si no cambian las condiciones”.
“No podemos permitir que sea un diálogo solo para someter al sector productivo”, indicó Castillo.
El CoNEP y la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) que integran la Gran Alianza Nacional por Panamá, enviaron una carta al monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, donde proponen condiciones para el diálogo nacional que incluyen “definición de reglas claras por parte del mediador” como la igualdad numérica en la representación de todos los actores, actuar con voluntad de diálogo propositivo, abordando los temas de manera constructiva y buscando encontrar soluciones y definir la dinámica de las reuniones entre el mediador y las partes.
De igual manera, recomendaron definir el tiempo de las intervenciones en plano de igualdad, hablar en orden y pedir la palabra, no interrumpir durante la intervención o uso de la palabra de los actores y focalizarse en los temas de la agenda, entre otros puntos.
También las agrupaciones privadas señalan sobre la “cualificación del mediador” que será inicialmente definido por el gobierno y que deberá ser idóneo para ejercer la mediación o conciliación, puesto que en Panamá se requiere tener una idoneidad, manejar técnicas de comunicación y negociación en el arte tanto verbal como no verbal y ser neutral (un conciliador no emite opiniones).