Por: Redacción – Panorama Económico
Los directores ejecutivos deben acelerar sus planes de acción para salvaguardar la producción de materias primas críticas para la población y la economía mundial a medida que el estrés por calor y el riesgo de sequía aumentan en todo el mundo, según el informe realizado por PwC, Riesgos climáticos para nueve productos básicos claves: Protegiendo a las personas y la prosperidad.
Dicho informe analiza nueve productos básicos entre minerales críticos (cobre, cobalto, litio), cultivos clave (trigo, arroz, maíz) y metales vitales (zinc, hierro, aluminio), encuentra que si bien la reducción de las emisiones disminuirá los riesgos estrés térmico y sequía, los productos básicos clave seguirán enfrentando tensiones significativas, incluso en un escenario de bajas emisiones modelado por PwC.
Según el análisis, incluso si las emisiones globales de carbono disminuyen rápidamente (escenario de bajas emisiones), el 87% de la producción mundial de arroz, más del 70% de la producción mundial de cobalto y litio y alrededor del 60% de la producción mundial de bauxita y hierro estarán en riesgo para 2050.
Es importante destacar que estos riesgos se pueden gestionar y el 47% de los directores ejecutivos dicen que ya están centrados en proteger su fuerza laboral y sus activos físicos del riesgo climático.
El Líder Regional de Sostenibilidad y Cambio Climático, William Menjívar, comenta “Es relevante que los directores y miembros del gobierno corporativo de las empresas se interesen por realizar un profundo entendimiento de los riesgos climáticos a los que está expuesto su negocio en el corto, mediano y largo plazo. Cuanto antes implementen medidas para asegurar la resiliencia climática de su negocio será mejor.”
Los productos básicos enfrentan una mayor exposición al riesgo de sequía y estrés térmico
Minerales críticos
Para 2050, incluso si el mundo reduce drásticamente sus emisiones de carbono, más del 70% de la producción de cobalto y litio podría enfrentar un riesgo de sequía significativo, alto o extremo, frente a casi cero en la actualidad. Menos del 10% de la producción de cobre enfrenta hoy un riesgo de sequía significativo o mayor, que aumenta a más de la mitad en un escenario de bajas emisiones para 2050 y a más del 70% en un escenario de altas emisiones. El cobalto, el cobre y el litio son parte integral de la electrónica y las tecnologías de energía limpia.
Cultivos clave
Los tres cultivos (trigo, arroz, maíz) enfrentan riesgos crecientes tanto por estrés térmico como por sequía. En conjunto, estos tres cultivos representan el 42% de las calorías que ingiere la gente. El riesgo más generalizado y grave es el del arroz, del cual alrededor del 90% enfrentará un riesgo significativo o mayor de estrés térmico para 2050 en un escenario de altas emisiones. Actualmente, más del 75% del arroz se cultiva en condiciones de riesgo térmico significativo o mayor, lo que demuestra que lo importante no es sólo el nivel de riesgo, sino también qué tan bien preparados están los productores para adaptarse. El riesgo de sequía también está aumentando perceptiblemente para cultivos clave. En la actualidad, alrededor del 1% del maíz y el trigo enfrentan un riesgo significativo de sequía, que aumentará a más del 30% y 50% respectivamente en un escenario de altas emisiones para 2050.
Metales Vitales
El reporte revela que los metales vitales enfrentan riesgos cada vez mayores. En particular, más del 60% de la producción mundial de bauxita y hierro podría enfrentar un riesgo significativo o mayor de estrés térmico para 2050, incluso en un escenario de bajas emisiones (frente al 30-50% actual). En un escenario de altas emisiones en 2050, el 40% de la producción mundial de zinc podría enfrentar un riesgo de sequía significativo o mayor (frente al cero riesgo de sequía significativo actual). El aluminio (de la bauxita), el hierro y el zinc se utilizan ampliamente en la fabricación, el transporte y la infraestructura.
La producción de las nueve materias críticas también se concentra en un número limitado de países, muchos de los cuales enfrentan riesgos climáticos crecientes. Para cada recurso, al menos el 40% -y hasta el 85%- de su suministro global se produce en un conjunto distinto de no más de tres países.
El imperativo de la sostenibilidad
Las empresas y los directores ejecutivos reconocen cada vez más el impacto de la alteración climática y toman medidas. Según la Encuesta global anual de directores ejecutivos 2024 de PwC, el 47% de los directores ejecutivos ya han tomado medidas proactivas para proteger su fuerza laboral y sus activos físicos del cambio climático. Sin embargo, aún faltan realizar más acciones para que la economía global se adapte al riesgo climático y algunas de esas acciones son:
- Mejorar la resiliencia identificando y gestionando riesgos en toda la cadena de suministro
- Aprovechar las oportunidades para ofrecer productos, servicios o modelos de negocio que ayuden a las empresas y comunidades a adaptarse
- Unir fuerzas con partes interesadas, desde gobiernos hasta comunidades, para dar forma a resultados colaborativos y mejorar la adaptación a nivel político y sistémico.
Acerca del informe
Riesgos climáticos para nueve productos básicos claves: Protegiendo a las personas y la prosperidad analizó nueve productos básicos cruciales para la economía global y su exposición al riesgo de sequía y estrés térmico. El riesgo se clasificó como significativo, alto o extremo. El riesgo de estrés térmico se clasifica según la duración por encima de los límites de temperatura del globo húmedo (WBGT). WBGT refleja el impacto combinado de la temperatura y la humedad. El riesgo de sequía se clasifica según el porcentaje de tiempo pasado en sequía severa durante un período de 20 años.
Se evaluó la exposición de minas y granjas clave para la producción de los nueve productos básicos en relación con la sequía y el estrés térmico relacionados con el clima en una base de referencia actual y en dos años futuros: 2035 y 2050. Para 2050, examinamos cómo varían las exposiciones al riesgo. dependiendo de la eficacia con la que el mundo reduzca sus emisiones de carbono comparando escenarios de bajas y altas emisiones. Si bien nuestro enfoque proporciona una idea útil sobre cómo diferentes productos básicos pueden quedar más expuestos a diferentes peligros climáticos en el futuro, existen una serie de limitaciones. Estos incluyen que no estimamos cambios potenciales en la producción y no podemos predecir acciones futuras para adaptarnos.