A raíz de la pandemia, conflictos internacionales, aumento de precios de la energía y de alimentos, además de serios problemas en la cadena de producción y otros desafíos globales, “nos vimos en la necesidad de acomodar déficits fiscales más elevados en toda la región para atender la emergencia sanitaria y las mayores necesidades sociales”, expresó el ministro Héctor Alexander.
El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), inauguró el taller sobre la herramienta tecnológica Sostenibilidad Fiscal para los países de América Latina y el Caribe (FISLAC, por sus siglas en inglés), que se desarrolla el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Panamá hasta el jueves 11 de mayo.
Agregó que “los mayores déficits fiscales han significado un endeudamiento público más alto, lo cual pone de relieve la importancia de la sostenibilidad de la deuda pública, ya que solo si la deuda es sostenible se puede aumentar, y hay que evitar aumentarla más allá de lo que sería prudente, para evitar poner en duda la sostenibilidad de la misma”.
Si bien no hay un límite numérico único que indique lo que es sostenible, Alexander señaló que “los fundamentos determinan el crecimiento de la economía en el largo plazo, los mercados de capitales determinan la tasa de interés real sobre la deuda pública y la política fiscal determina el balance primario”.
Añadió que no es nuevo el problema, al referirse que de acuerdo con las “Perspectivas Económicas Mundiales” (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI), el nivel de deuda pública de América Latina y el Caribe aumentó (en la última década antes de la pandemia) de 49% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2009 a 68% del PIB en 2019.
Alexander dijo que después, con la pandemia, la deuda aumentó a 77% del PIB en 2020 (en parte debido a la caída de la producción). En otras palabras, la deuda pública aumentó casi 20 puntos del PIB en la década antes de la pandemia y casi 10 puntos del PIB durante la pandemia.
“Es importante reconocer que la región tiene un problema de deuda que tiene que atender para evitar que se cuestione la sostenibilidad de la misma”, indicó.
El rector de las finanzas públicas expresó que “la situación es complicada y se requiere de mucho trabajo en varias áreas para cerciorarse que la deuda pública es sostenible. Estoy seguro de que las lecciones que se aprenderán en este taller de FISLAC, en los próximos días, serán de mucha utilidad práctica para los formuladores de política económica en nuestros países”.