«Para garantizar el acceso de la ciudadanía».
El presupuesto con perspectiva de género no solo es una respuesta a los compromisos internacionales y nacionales, sino una herramienta clave para contribuir al desarrollo sostenible, integrando a todas las personas como agentes de transformación, manifestó la subdirectora de Presupuesto de la Nación, Giselle García, al inaugurar el taller de Inducción del Presupuesto según Género, dirigido a los jefes de Planificación y Finanzas del sector gubernamental.
Como responsables de la formulación y ejecución del presupuesto, adoptamos estrategias que promuevan la eficacia y la eficiencia en la gestión de la política pública, reconociendo a las personas y los territorios como factores fundamentales, subrayó García.
Agregó que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) nos impulsa a fortalecer nuestras capacidades para incorporar la perspectiva de género en nuestras políticas públicas. Esto implica, en primer lugar, establecer compromisos políticos de alto nivel y, en segundo lugar, iniciar una revisión de las estructuras programáticas, clasificación funcional según razón de ser de la entidad y Transversalización de los etiquetadores presupuestarios según funcional (EPSF).
Puntualizó que la Metodología de Género, presente en este taller, establece una ruta básica para integrar el enfoque de género en todas las fases presupuestarias. Desde la planificación a corto, mediano y largo plazo hasta la implementación, buscamos garantizar el acceso de la ciudadanía a servicios básicos de calidad, con un enfoque en resultados concretos para la sociedad.
“Nos proponemos avanzar hacia una mirada integral que permita cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y para ello, es necesario incorporar el enfoque de género en nuestras políticas, planes y proyectos”, destacó García.
Es por ello, que es esencial dirigir nuestra atención a grupos específicos, como las mujeres rurales, migrantes, indígenas, afrodescendientes, niñas y adolescentes, reconociendo la diversidad de sus necesidades y experiencias. La metodología propuesta busca, a través de indicadores de género, medir el impacto de nuestras políticas en la reducción de desigualdades y vulnerabilidades, dijo García.
Bajo el principio de «No dejar a nadie atrás», reafirmamos nuestro compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta premisa representa nuestra promesa inequívoca de erradicar la pobreza, poner fin a la discriminación y reducir las desigualdades, con concluyó García.