París, (EFE).- El entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, intentó este sábado restar importancia al anuncio de su estrella Kylian Mbappé de que dejará el club y la liga francesa al final de esta temporada, cuando termina su contrato.
«Nosotros lo sabíamos hace tiempo, todos lo sabíais, solo que se hizo público ayer. No cambia nada en el panorama», dijo el técnico español en la rueda de prensa previa al partido liguero que el PSG disputa mañana en París ante el Toulouse.
Por ello, con independencia de los jugadores que haya, se mostró confiado: «El año que viene seremos más fuertes», dijo.
Luis Enrique aseguró que ha tenido una experiencia «maravillosa» durante la temporada que ha entrenado a Mbappé, «a pesar de que nos han querido enfrentar muchas veces», afirmó en una de sus habituales críticas a la prensa deportiva.
«Entiendo y puedo comprender su decisión. Ha pasado siete años aquí, es una leyenda del club, lo ha dado todo por el club, y es un club que también le ha dado todo», añadió.
«Le deseo le mejor, todavía no ha dicho a dónde va, creemos que está claro», resaltó el técnico asturiano.
Luis Enrique avanzó que para los últimos dos encuentros de liga, torneo que el PSG ya ha ganado, va a intentar conjugar la dosificación de minutos de sus futbolistas para dar descanso, aunque sin un parón, para los posibles titulares de la final de Copa del 25 de mayo, y dar más oportunidades a quienes han jugado menos.
También confesó que en el vestuario aún están dolidos por la forma en que quedaron eliminados el pasado martes en semifinales de Liga de Campeones ante el Borussia de Dortmund, tras un encuentro en el que los parisinos perdieron 0-1 con cuatro balones estrellados en la madera.
«Todavía estamos dolidos. Nos duele porque habíamos puesto muchas esperanzas en esta posible final», reconoció, y al final el resultado de la eliminatoria no refleja sus «méritos».
«Ha sido un golpe duro para todos (…) Al final te queda la sensación de que has dado el máximo, el cien por 100», incluso si el resultado «no era el que esperábamos», incidió.
En unas declaraciones previas a la televisión del club, Luis Enrique admitió: «No fuimos capaces de ganar al Dortmund», aunque quedarse tan cerca de una final «es doloroso».
También marcó el objetivo para el encuentro de mañana de «intentar dar una alegría a la afición en el último partido en casa y en la fiesta del título. Celebrar todos juntos e intentar hacer un gran partido». EFE
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