El Ministerio de Cultura (MiCultura) entregó sus principales premios de literatura en una gala que estuvo llena de emociones, presentaciones artísticas y un encuentro de grandes escritores, para celebrar los 80 años del certamen literario más antiguo y más importante del país como lo es, el Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró
La velada que se desarrolló en el Teatro Nacional inició con la poesía “La muñeca de Tusa” de Carlos Francisco Changmarín, declamada hermosamente por la niña Camila Palomo, momento oportuno para que Isabel Burgos, directora nacional de Las Artes entregara las premiaciones de los concursos Nacionales de Literatura Infantil y Juvenil Carlos Francisco Changmarín a Eyra Harbar por su obra “Autobús Esperanza” y el premio de Poesía Joven, Gustavo Batista a la obra “Temblor y Caída” del veragüense Elpidio González.
Esta gala literaria incluyo con un programa cultural que contó con la participación de Luis Troetsch, con la décima Palito de Uvero, composición de Carlos Francisco Changmarín. Así mismo el Ballet Nacional de Panamá se presentó con “Un Atravesao” y “Diablitos Espejos”.
Correspondió a Giselle González Villarrué, ministra de Cultura imponer la medalla a Dimitrios Gianareas Gil con «500 kilómetros”, categoría cuento y a Héctor Rodríguez Cedeño por «El Estanque de Narciso», categoría ensayo. Además, entregó a los representantes de Roberto Darío Thomas Díaz, categoría teatro por el escrito «Un elefante en la Habitación”; Javier Medina Bernal por el poemario «Kein Narr» y a Rogelio Guerra Ávila por su novela «La Miscelánea”, las premiaciones correspondientes.
“Panamá honra hoy los trabajos de los Concursos Literarios Ricardo Miró, Carlos Francisco Changmarín y Gustavo Batista Cedeño como compromiso y responsabilidad del Ministerio de Cultura, de promover la lectura, consolidar el talento de nuestros escritores y prestigiar sus obras”, destacó la ministra González Villarrué.
La Ministra invitó a reflexionar y «asumir el reto de cumplir el papel y la responsabilidad histórica, que cada uno debe enfrentar con esta generación, para enseñarlos a disfrutar la lectura con pasión, porque los libros nos hacen libres».
Agregó que «es un medio de expresión del alma, a través del cual nos reconocemos, nos encontramos y crecemos con sabiduría a nivel personal y como sociedad, pero sobre todo ¡Nos hace trascender como personas y como país».