Por: Víctor Cruz- Economista
Bienvenido sea el informe de la OIT sobre el Sistema de Pensiones Panameños (SPP), ya que así las opiniones sin fundamento espero yo, dejaran de aparecer y saldrán a relucir propuestas viables que permitan la reforma integral de la seguridad social panameña.
Recién el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) realizó un foro donde destacan sendas propuestas para reformar el SPP. Igual de bienvenidas son las propuestas que el Sector Laboral expuestas en el Foro Alternativo, CONATO y la Universidad de Panamá y que se presentan a la consideración de todos y que, a juicio de sus proponentes, son claves para sacar adelante, especialmente, el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), entre otras áreas a atenderse.
En el Foro del CONEP, el experto actuarial afirma, que el SPP genera un “desangramiento debido a la disparidad entre lo que se aporta y el beneficio otorgado”. Señala, además, que independientemente de los aportes, “el beneficio al jubilarse tiende a ser infinito” lo que equivale a decir que te podrías jubilar sin límite de pensión, a diferencia del rango al que hoy tienes derecho por ley. Así cualquiera defiende eso.
El hecho de aportar entre el 9% inicialmente por trabajador y los ajustes posteriores a ese porcentaje y jubilarte con un promedio de los siete (7) mejores años en su momento o con el promedio de los mejores diez años como permite la ley actual, tal cual lo describió el actuario, y recibir el 60% en beneficios, habiendo solo cotizado entre el 9% o 10% al mes por los años que debe cotizar, matemáticamente no da ese resultado.
Si la puesta en marcha del sistema mixto o de cuentas individuales ha sido un fracaso como aduce el sector laboral, aunque no indican cómo, argumento que comparto parcialmente con los trabajadores, pero no porque no funcione el mismo, sino porque como indica la OIT, hubo un error de diseño en el modelo.
Para quienes desconocen cómo funciona la modelación, pues es fundamental entender que las variables que se estiman para generar determinados objetivos deben ser las que tengan estrecha relación con lo que se busca obtener. Para ello hay indicadores que señalan incluso si una variable genera resultados optimistas, otros indicadores hacen que dicha variable sea descartada del modelo y así sucesivamente hasta que las variables determinen la mejor ruta. Voy a asumir que en el 2005 algo de ello ocurrió.
Por otro lado, aducir que “el sistema solidario es eficiente en un ambiente de crecimiento económico capaz de distribuir equitativamente los frutos del progreso es lo conveniente” es mentirse a uno mismo y peor aún, a aquellos que están en el sistema mixto cuyo esfuerzo, en parte sí es para su bolsillo, porque hay un ancla o umbral de B/. 500.00 que sirve para apoyar el sistema solidario que debiera ser, en su totalidad y no solo el ingreso que supera ese umbral, para sus cuentas individuales.
Aquí el Sistema Solidario se convierte en un lastre para el sistema de cuentas individuales y no al revés.
Por otro lado, el sector laboral parece desconocer que el sistema solidario está excesivamente apalancado por su base contributiva, es decir, por el resto de los cotizantes que son los que realmente le permitieron al sistema pagar beneficios o jubilaciones y pensiones a los que están por delante solo cotizando estos el 10% y en el mejor de los casos cobrar el 60% de los beneficios que dictamina la ley.
Es importante entender que la base contributiva se encogió con el tiempo porque la tasa natural de crecimiento de la población decreció, incluso la Tasa de Fecundidad es menor y por ende, los cotizantes son menos, lo cual indica que el soporte para generar los beneficios para cobrar el 60% como pensión máxima se ven amenazados por la propia naturaleza de crecer menos como población, lo cual indica que cualquier modelo que se ampare en un crecimiento poblacional decreciente, al término de la distancia, dejará aportar lo suficiente para el sostenimiento del mismo.
Otra de las variables que echa por tierra el retornar al Sistema Solidario es la Esperanza de Vida (EV), ya que la misma demuestra que las personas, producto de los avances de la medicina, viven muchos años que hace medio siglo atrás y que solo ese hecho hace que mujeres y hombres sean subsidiados entre 12 y 15 años más después de haberse jubilado, eso hace que este sistema, excesivamente apalancado sea algo Perverso, para quienes soportan esa carga.
La Informalidad influye drásticamente en la estructura del sistema imperante porque se asume que los trabajadores independientes no tienen la responsabilidad de cotizar, pues sì la tienen, ya que este sector debe aportar por Ley el 13.5% de sus ingresos anuales a la Seguridad Social, pero la cuestión está en cuantos cumplen con esa disposición legal. Y si no lo hacen, por qué no lo hacen.
De seguro que el rango de población independiente o informal que no cotiza considera inviable invertir en su jubilación vía CSS y decide invertir en seguros privados o cuentas especiales de retiro fuera del sistema, ya que el 100% del esfuerzo se convierte en el 100% de su beneficio futuro.
En temas de gestión administrativa concuerdo con el sector laboral que debe mejorarse en muchas áreas tal cual lo revela la OIT, pero es importante recalcar que en la Junta Directiva de la CSS no solo está compuesta por el Gobierno Nacional, el Sector Empresarial y el Laboral, entonces qué han hecho para darle mejor rumbo al sistema.
Hay otras propuestas que pudieran ser para algún sector esenciales y para otros meros accesorios, pero lo importante aquí es que la democracia permite expresar puntos de vista diversos para la solución de un problema, ya sea que estos sean compartidos o no por los grupos en disputa o por la sociedad como un todo.