Jerusalén, 24 sep (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró este martes que Israel seguirá atacando al grupo chií Hizbulá, tras dos días de intensos bombardeos contra el sur y el este de Líbano que ya se han cobrado la vida de más de 500 personas.
«Seguiremos golpeando a Hizbulá. Y le digo a la gente de Líbano: nuestra guerra no es contra vosotros, es contra Hizbulá (…). Os dije ayer que evacuarais las casas donde ha metido un misil en el salón y un cohete en el garaje. Quien tenga un misil en su salón y un cohete en su garaje se quedará sin casa», dijo el mandatario en un mensaje en vídeo tras visitar una base de la inteligencia militar.
Las palabras de Netanyahu llegan en el segundo día de una intensa campaña de bombardeos israelíes en el sur y el este de Líbano contra lo que, según Israel, son municiones y armamento que el grupo chií, aliado de Irán, esconde en zonas civiles para atacar territorio israelí.
Al menos 558 personas han muerto (entre ellas 50 niños y 94 mujeres) y 1.800 han resultado heridas en los ataques, según el último recuento de las autoridades libanesas.
Israel ha bombardeado además el sur de Beirut, la capital libanesa, en dos ocasiones durante estos últimos dos días.
El último bombardeo, hace apenas unas horas, tenía como objetivo un comandante de Hizbulá, Ibrahim Muhammad Kabisi, a quien las fuerzas israelíes identificaron como el responsable de la unidad de misiles del grupo libanés. Israel asegura que Kabisi murió en el ataque.
El país lleva enfrascado en un intenso intercambio de fuego con Hizbulá desde el 8 de octubre, cuando el grupo chií comenzó a atacar el norte de Israel en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
La situación se ha cobrado la vida de más de 700 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 455 bajas, algunas en Siria.
En Israel han muerto 52 personas en el norte: 26 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores y adolescentes en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.