Por Rubén Salazar Genovez, líder global de Visa Direct
En el mundo interconectado «siempre activo» de hoy, las remesas son cruciales para la economía global y la prosperidad de las comunidades en desarrollo. Esto es especialmente cierto para los trabajadores migrantes que abandonan sus países de origen en busca de mejores oportunidades profesionales para mantener a sus familias. Se estima que unos 800 millones de personas reciben dinero de seres queridos para pagar cosas como comida, educación o incluso gastos médicos imprevistos.[1] Según el Banco Mundial y KNOMAD, 29 países recibieron más del 10% de su PIB a través de remesas en 2022, mientras que siete[2] recibieron más del 25% de su PIB de esta manera.[3] Sin embargo, las barreras de costo, seguridad e ineficiencias se han convertido en grandes obstáculos para aquellos que viven en hogares de ingresos bajos y medianos.
Las remesas requieren de una red que funcione continuamente y que pueda mover dinero de forma rápida y segura, garantizando que los destinatarios tengan fondos a mano para hacer sus compras cotidianas y pagar sus necesidades básicas. El estudio reciente de Visa, “El dinero viaja: Adopción de remesas digitales 2023” muestra el progreso —y las barreras que aún existen— respecto a cómo el dinero viaja al extranjero. Los datos revelaron que enviar más dinero, con mayor frecuencia, es más fácil que nunca y los consumidores realmente ven el futuro como digital. Sin embargo, las remesas representan uno de los sectores de servicios financieros más fragmentados para la experiencia del usuario, la tecnología y modelos económicos.
En honor al Día Internacional de las Remesas Familiares, me gustaría reconocer el surgimiento de la digitalización como una solución innovadora comprobada para los desafíos de las remesas, la cual ofrece nuevos modelos de negocio y capacidades de red global que pueden aportar velocidad, transparencia y ahorro de costos a las personas que dependen de ellas. Un estudio de investigación del Instituto de Empoderamiento Económico de Visa (VEEI, por sus siglas en inglés) destaca el aumento de las remesas digitales y demuestra el poder de la elección: los trabajadores migrantes habilitados digitalmente pueden comparar más fácilmente los proveedores y los costos y así elegir las mejores opciones para sus familias.[4] Con la colaboración de los sectores público y privado, podemos promover aún más la habilitación digital en todo el mundo.
El camino digital hacia el empoderamiento económico
La habilitación digital es más que tener una billetera o cuenta digital: es un ecosistema que permite a las personas recibir y gastar su dinero a través de canales digitales. La noción del gasto digital distingue a esta nueva era de los medios de remesas tradicionales, en donde el proceso termina una vez que se retira el efectivo.
Nuestro informe “El dinero viaja” reveló que la adopción digital está en aumento; el 53% de los encuestados mencionó que utiliza pagos digitales para enviar y recibir fondos a nivel mundial en comparación con el envío de efectivo en un banco físico (34%). Recién estamos comenzando a descubrir lo que es posible.
Muchas familias subbancarizadas de todo el mundo todavía dependen del efectivo porque los negocios de sus comunidades tienen una infraestructura de pagos digitales limitada. Uno de los principales problemas es que, si bien las remesas digitales cuestan menos que las tradicionales, sus cuotas aún pueden ser altas en algunos corredores, y calcular las tasas de cambio puede ser difícil para los trabajadores migrantes. Por ejemplo, los encuestados que han enviado fondos dentro de los Emiratos Árabes Unidos han informado que las cuotas eran demasiado altas (38%), y los remitentes en Singapur manifestaron tener problemas a la hora de calcular las tasas de cambio (37%).[5]
La industria tiene amplias capacidades para impulsar la innovación y la transformación digital. Sin embargo, para satisfacer las diversas necesidades de los consumidores, debemos colaborar para proporcionar más opciones que se ajusten a sus preferencias y circunstancias.
Trabajar juntos para desbloquear los beneficios de la innovación en las remesas para todos, en todo el mundo
Las remesas se ven a través de dos lentes: enviar y recibir. La innovación del sector privado puede seguir avanzando mediante la creación de tecnologías que permitan financiar y transferir fondos a menor costo, y con una mayor velocidad y transparencia. La recepción de fondos digitales es igualmente esencial ya que las familias suelen asumir el costo de recoger físicamente su efectivo. Tanto el sector privado como el público deben trabajar juntos para promover la habilitación digital. Estas son algunas de las áreas en las que considero que podemos mejorar al máximo:
- Construir una base que soporte la conectividad de banda ancha a fin de crear más accesibilidad para las remesas digitales. Sabemos que ahora el dinero viaja digitalmente más que nunca. En nuestro estudio “El dinero viaja”, un tercio de los encuestados (33%) mencionó que envía dinero desde su país de origen a otro país digitalmente, lo que representa un incremento de 10 puntos porcentuales desde diciembre de 2021.[6] Este aumento sugiere que la infraestructura habilitada digitalmente es crucial para adoptar con éxito las remesas digitales. Sin embargo, la falta de infraestructura básica, como la electricidad y la conectividad a Internet, será un obstáculo para que millones de personas digitalicen sus remesas, pagos y comercio.
- También es importante centrarse en las políticas, a medida que el sector privado continúa innovando y mejorando la eficiencia de los pagos transfronterizos. Creo que es fundamental que el sector público avance en los marcos de regulación, supervisión y vigilancia a partir de la hoja de ruta transfronteriza del Consejo de Estabilidad financiera (FSB, por sus siglas en inglés). Mediante regulaciones basadas en principios y resultados, los legisladores pueden aliviar las fricciones que obstaculizan el flujo de dinero entre países.
- Mantener a los negocios en primer plano es vital para lograr la ubicuidad digital. Al permitir que los negocios se conecten a las plazas de mercado digitales y acepten pagos digitales, se impulsará la adopción por parte de los consumidores. Este enfoque crea un ecosistema digital robusto para apoyar mejor a los negocios y empoderar a las personas a usar fondos de remesas digitales con facilidad a la hora de comprar.
A medida que nos esforzamos por mejorar la habilitación digital a nivel mundial, me viene a la mente mi travesía personal de inmigrar a los EE. UU. hace 22 años. Recuerdo vívidamente los obstáculos a los que me tuve que enfrentar cuando quería enviar fondos a mis familiares en el extranjero. Y a pesar de los enormes avances realizados en el espacio de las remesas digitales desde aquel momento, muchas familias siguen encontrando desafíos y obstáculos. Sin embargo, al establecer un ecosistema digital integral, podemos extender el alcance de las remesas digitales a millones de personas en todo el mundo que dependen de ellas.
[1] United Nations News, Remittances matter: 8 facts you don’t know about the money migrants send back home, 15 de junio del 2019
[2] Los países son: Honduras, Líbano, República Kirguisa, Samoa, Tayikistán, Gambia y Tonga
[3] Dilip Ratha, Eung Ju Kim, Sonia Plaza, Elliott J Riordan, Vandana Chandra y William Shaw. 2022. Migration and Development Brief 37: Remittances Brave Global Headwinds. Special Focus: Climate Migration. KNOMAD-World Bank, Washington, DC. Licencia: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO.
[4] Visa Economic Empowerment Institute, The power of choice: Options and trade-offs for digital remittances, Harper, C., & Levy, J. (junio 2023).
[5] Money Travels: 2023 Digital Remittances Adoption, marzo de 2023; encuesta realizada por Morning Consult del 14 al 28 de diciembre de 2022 entre una muestra de remitentes y destinatarios de remesas en EE. UU., Canadá, México, Perú, Francia, Polonia, Filipinas, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
[6] Encuesta del Panorama de Remesas de Visa realizada por Morning Consult (EE. UU., 2.200 adultos), del 3 al 6 de diciembre del 2021